Para exportadores, importadores europeos y feedloteros, se convirtió en un martirio operar dentro de la cuota europea 481. Ya no hay forma de asegurarse ingresar dentro del cupo, porque en las primeras horas de cada trimestre se completa y quedan centenares de toneladas por fuera, con el consecuente gasto adicional de tener que pagar el full levy para ingresar al mercado o congelarse y esperar tres meses a que se abra, de nuevo por un santiamén, la nueva ventana.

Las 4.900 toneladas disponibles para terceros países en la cuota 481 del trimestre abril a junio se fueron en pocas horas. El lunes 4 había en espera para ingresar algo más de 5.700 toneladas. Dado que el volumen superaba al cupo, se hizo un prorrateo para el pago del arancel. Todo lo que llegó después debe pagar el arancel o buscar otras opciones.

Uruguay sigue siendo el principal proveedor dentro de esta cuota. En lo que va del ejercicio 2021/22 exportó unas 11 mil toneladas a un valor medio del entorno de los US$/t 10.000. Tanto el volumen embarcado como el valor medio son alrededor de 20% superiores a los del mismo período de 2020/21.

Pero los volúmenes embarcados irán reduciéndose año a año en la medida que se le adjudica una porción más grande del cupo a Estados Unidos en desmedro de los demás proveedores. El piso será de 2.500 toneladas trimestrales a partir de 2026.

Para mirar la mitad del vaso lleno, las dificultades de trabajar dentro de la cuota están desdibujando las ventanas de faena y, por lo tanto, de ingreso de los animales a los corrales. Se está volviendo a operar de forma más pareja a lo largo de todo el año en la medida que los exportadores encuentran opciones de venta por fuera del mercado europeo. Como para todo lo que es carne, estas aparecen fundamentalmente en China.