Juan Brea Saravia, titular del escritorio del mismo nombre, analizó para Negocios Rurales los principales detalles tras los primeros 30 años de actividad, que lo han llevada de recorrer los campos a caballo a ser hoy integrante de Plaza Rural.

¿Cómo fueron sus inicios en el sector previo a abrir el escritorio?

Mi hijo Gerónimo estaba por nacer y yo administraba algunas estancias en ese momento. Estaba vinculado a la política también, apoyando a Juan Andrés Ramírez, que luego pierde la interna con Volonté. Yo por ese tiempo había dejado varias administraciones que tenía, pensando que Ramírez ganaría la candidatura. Al darse el resultado adverso, quedé solamente con la administración de nosotros y ahí nos acercamos a la firma Sixto J. Dutra, y quedé de representante de la firma en Santa Clara. En aquel entonces recorríamos los campos a caballo, no había celulares, y luego empecé con una moto. Luego del cierre de esa firma y de seguir unos años junto a Marcos Dutra, inmediatamente abrí el camino sólo, con una carrera ascendente hasta llegar al presente.

¿Cómo fueron esos primeros pasos del escritorio?

Cuando abrí, la idea era tener otra fuente de ingreso, porque eran épocas más difíciles, y uno buscaba tener algo más, porque yo siempre me sentí productor rural y no tanto consignatario y hoy lo sigo afirmando, a pesar de la carrera exitosa que tengo en el rubro.

Ahí empezamos a trabajar, en aquellos momentos un poco en moto, un poco a caballo y luego llegaron las camionetas que tenían radio para la comunicación directa. En Santa Clara nos fue realmente bien, teníamos productores amigos de épocas de antes y ahí pusimos el primer escritorio en una casa que alquilamos, pero siempre pensando que iba a ser eso, y la realidad es que nunca dejamos de crecer, hasta el día de hoy, y seguimos aumentando año a año las ventas por pantalla, aumentando los negocios en el campo.

Hoy en día, con la empresa que tenemos, pasó a ser la actividad más importante para nosotros. Tenemos un equipo completo, porque hace algunos años faltaba gente. Hoy tenemos en Gerónimo un stopper en toda la cancha, un equipo precioso formado con Luciana, Germán, Enrique y Nicolás, que dejan todo en la cancha.

Tenemos un equipo tremendo que nos deja tranquilos para cuando tengamos que ir saliendo de a poco, tenemos recambio asegurado.

¿Cuáles han sido los mojones más importantes de la firma en estos 30 años?

Cuando empezamos apuntábamos directamente a negocios en el campo, y en aquel momento algunas de las pantallas nos ofrecieron integrarnos, y nosotros sabíamos que eran eficientes, pero como hombres del interior defendíamos a la feria, a los negocios en el campo, y no entramos.

Después resolvimos inventar Lote 21; yo fui su fundador y el primer presidente, fui directivo durante 13 años de los 14 que formé parte, y ahí luego de esa etapa exitosa, tuvimos problemas con algún socio y nos fuimos. Pero todo en la vuelta tiene una recompensa y eso fue entrar a Plaza Rural, esa pantalla que es líder en el mercado y donde todos queremos estar y nos sentimos realmente cómodos por cómo nos recibió el consorcio.

Llegando a estos 30 años, ¿Cuál es la realidad del escritorio?

Es realmente explosivo, y a pesar de que voy a cumplir 59 años, la firma no para de crecer, somos un escritorio sumamente localista y me refiero ahí a Cerro Largo, Treinta y Tres y Tacuarembó, Lavalleja, Florida y Durazno. En esa zona somos muy fuertes y no salimos a buscar clientes porque estamos topeados. Por supuesto que atendemos a todos los que nos acercan con la mayor profesionalidad, pero no tenemos personal suficiente y este equipo que tenemos hoy nos ha costado formar, y hemos traído a algunos integrantes desde Montevideo, como es el caso de Luciana. Pero repito, estamos en constante crecimiento y apoyados por un equipo excelente. El primer logo de nosotros decía seriedad y seguridad a su servicio y eso pregonamos desde el principio.