La industria comenzó a comprar ganado para cuando termina la ventana de cuota 481 y empezaron a aparecer precios que no estaban en el mercado hasta principios de esta semana. Esta recuperación de la demanda enfrenta una oferta que en estos momentos es muy baja, coinciden todas las fuentes consultadas.

Se cerraron negocio por novillos especiales a US$ 3,70-3,75 el kilo carcasa, lejos de los US$ 3,45-3,50 que ofrecían algunas industrias a principios de semana. En el caso de las vaquillonas, la demanda es muy firme fundamentalmente para el abasto y se cerraron negocios por encima de los US$ 3,60. A su vez, en el caso de las vacas, si son pesadas volvieron los US$ 3,40.

Las entradas a planta son ágiles, no más de 5-7 días de concretado el negocio.

Aunque las condiciones del mercado internacional no están mejorando —China sigue presionando a la baja y Estados Unidos dejó atrás los picos alcanzados un par de semanas atrás— hay varios factores que ayudan a explicar la mejora de los precios.

Con la finalización de la ventana de cuota, los frigoríficos deben salir a comprar animales de pasturas para completar las faenas. Todas las fuentes consultadas coinciden en que la oferta es muy baja en estos momentos. En el caso de los novillos, lo que tenía que venderse ya se vendió, y en el de las vacas, su disponibilidad se redujo de forma marcada por el muy alto porcentaje de preñez. Podrá salir alguna vaca preñada para las plantas de faena, pero las condiciones forrajeras son buenas y los precios a frigorífico no son tan tentadores.

Además, el exceso de precipitaciones reduce la oferta disponible. Alberto González, durante la actividad denominada La industria responde, estimó que 50% de la hacienda no está disponible, lo que se estará reflejando en el dato de faena de esta semana. Esto genera huecos y posibilidades a los productores que tengan ganado terminado y sin dificultad de acceso.

Por otra parte, está próximo el regreso de los primeros equipos kosher que demandan una cantidad fija de animales por día, principalmente novillos y algunas vacas pesadas.

En síntesis, durante las tres semanas de fuerte presión a la baja en los precios de compra propuestos por la industria, fue muy poca la hacienda comercializada. Rápidamente se volvió a los precios que había a mediados de abril.