Luego de varios meses de una actividad casi que basal, el mercado del gigante asiático empezó a mostrar algunas señales positivas que entusiasman a los distintos jugadores. Tanto desde el gobierno como desde jugadores internacionales, todo parece indicar que China se prepara para “despegar nuevamente”.
El pino, que sufrió un balance negativo en 2022, se está empezando a ver más demandado, no con mucha claridad aún, pero la intención de compra se está haciendo sentir y las negociaciones ya tienen otra tónica.
Por otra parte, los productos como tableros y madera aserrada, cuyo principal destino no es China, siguen experimentando pesadez en el mercado y también dificultad a nivel de precios.