Tras tres meses y 11 días, China finalmente comunicó ayer que autoriza nuevamente el ingreso al país de carne vacuna fresca brasileña en las mismas condiciones en las que permitía el ingreso antes del 4 de setiembre. Esto es, carne desosada proveniente de animales de menos de 30 meses de edad.
La consultora Agrifatto dijo que, incluso, Brasil podrá enviar a China la carne producida entre el 4 de setiembre y el 14 de diciembre, siempre que cumpla con los requisitos exigidos, como el hecho de que provenga de animales de menos de 30 meses.
El mercado ya estaba muy especulativo previo a la difusión de la decisión tomada por la Aduana de China y ayer no había mayores probabilidades de concretar nuevas operaciones. Los precios de exportación a China habían retrocedido unos US$/t 400-500 luego de mediados de noviembre —cuando se embarcan los últimos lotes que llegan a tiempo para las fiestas del Año Nuevo— en parte por la especulación de los importadores de una pronta reapertura para el producto brasileño, su principal proveedor.
Hasta que se cortó esta corriente comercial Brasil era el origen de 38% de la carne vacuna importada por China.
Ayer, en el mercado de futuros de la Bolsa de Sao Paulo, los precios a futuro del boi gordo subieron fuerte, algo menos de 5%.
La suspensión se había dado luego de la confirmación de dos casos atípicos de vaca loca.