En su discurso de clausura de la Expo Prado el presidente de la Asociación Rural del Uruguay (ARU), Patricio Cortabarría, tuvo reconocimientos al gobierno por logros de su gestión, cuestionamientos por el impacto del atraso cambiario, y preocupación por el impacto que podría tener sobre la ganadería el traspaso de tres frigoríficos de Marfrig a manos de Minerva.
El gremialista dijo que Uruguay es un “país caro” con una estructura “muy rígida” y que con un mercado interno tan pequeño no queda otra alternativa “que ser competitivo”. En ese sentido, se preguntó cuánto del cambio de la matriz energética a energías renovables terminó llegando a las empresas y los hogares uruguayos. También cuestionó al sistema político en su conjunto por no permitir una reforma más profunda del mercado de combustibles.
En otro pasaje abordó uno de los temas más cadentes y que mayor preocupación genera al sector productivo: el atraso cambiario, el peor “de los últimos 40 años”, según Cortabarría, quien recordó que el propio Banco Central ha reconocido que el desequilibrio hoy es del 15% y cuya recuperación prevista será muy gradual y no total durante los próximos meses. “Este tema nos preocupa y nos ocupa”, alertó.
“La razón del atraso cambiario hoy y siempre sigue siendo el déficit fiscal”, afirmó. Añadió que si bien el gobierno sobrecumplió su meta de gasto el primer y segundo año de gestión, durante el tercero se apreció “una relajación” de la política fiscal. “El problema de fondo es el déficit”, machacó. En ese sentido, indicó que el Estado gasta por año unos US$ 22.000 millones y tiene ingresos por unos US$ 19.000 millones. Explicó que esa diferencia se cubre con deuda pública, lo que equivale a un mayor ingreso de divisas (dólares) que termine luego incidiendo en la apreciación el peso uruguayo. “El camino es claro: hay que gastar menos y generar las reformas que permitan aumentar la productividad. Nadie dice que sea fácil: pero como dijo un expresidente de ARU en este palco, ‘las personas valiosas son las que hacen las cosas que hay que hacer, aunque sean difíciles, los gobiernos deberían obrar de la misma manera’”, dijo en alusión a la necesidad de achicar el rojo de las cuentas públicas.
“Hoy el productor necesita cada vez más hectáreas para poder mantener su familia. Hoy se necesitan 700 kilos de novillo gordo para comprar un tanque de 1.000 litros de gasoil; tenemos que irnos unos siete años atrás para tener un registro similar. Cualquier otro costo que analicemos mantiene esta relación”, aseguró.
En tanto, sobre el acuerdo público de Minerva y Marfrig en la región, que involucra la venta de tres plantas de faena del segundo al primero, Cortabarría afirmó: “Esto no es proteccionismo, es defender un mercado justo”. Dijo que el precio del ganado gordo tiene su impacto en toda la cadena y que tuvo mucho que ver para llegar a los 3 millones de terneros. El presidente de la ARU comentó que la preocupación de la ARU radica en que, si la operación se concreta, una única empresa pasará a tener el mismo poder de mercado que otros 10 frigoríficos sumados. “Esto no es bueno para el sector y el país. Un mercado pujante y en competencia es lo que queremos”, aseveró.
Campo natural y apertura comercial
El titular de la ARU dijo que su gremial no comparte el proyecto de ley que está tratando la Cámara de Diputados para regular el uso de los 10 millones de hectáreas de campo natural que tiene el país. “Más investigación sí (…), más restricciones de uso, no”, afirmó.
En otro pasaje de su discurso, Cortabarría se mostró preocupado por los escasos avances que se han logrado en materia de apertura comercial y puso ejemplo el demorado y conversado acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea, o las dificultades que han surgido ahora para que el Mercosur pueda avanzar en un TLC con Corea. El titular de la ARU valoró la información que le transmitió el presidente de la República Luis Lacalle Pou en la Expo Prado de acelerar las gestiones para el ingreso al TPP (Acuerdo Transpacífico). También hizo un reconocimiento al gobierno por diagnosticar y llevar a cabo una necesaria reforma de la seguridad social.
“Era una reforma compleja, con muchas voces divergentes, pero el gobierno se trazó una idea de largo plazo y a pesar del costo político lo llevó adelante. Felicitamos al presidente por esta reforma, diagnosticada por muchos, pero resuelta por este Ejecutivo y su Legislativo”, valoró Cortabarría.
El gremialista también destacó las inversiones de infraestructura “de gran envergadura”, muchas de ellas en el interior del país, algo que permitió “un cambio profundo” en esas zonas de Uruguay.
“Necesitamos crecer. Necesitamos superar esa mirada de corto plazo y emprender un camino promisorio. Necesitamos todos pensar en el Uruguay del futuro, en ir del freno al impulso como lo propone Ricardo Pascale en su libro”, planteó.
Para cerrar, Cortabarría transmitió un mensaje de esperanza. “Soy optimista: veo un país de gran potencial, educado, noble, trabajador. Forjado a base de inmigrantes que la vinieron a pelear. Que aprecia la libertad y respeta al prójimo. Que nada nos detenga”.