No llueve pasto, como siempre se dice, pero la reacción del mercado es similar a que eso hubiera acontecido. Los precios de la reposición subieron drásticamente desde que en la segunda quincena de marzo las precipitaciones se generalizaron y cambiaron el color del campo uruguayo.
En el remate de Pantalla Uruguay de esta semana los terneros promediaron US$ 2,64 el kilo, 18 centavos más que en el anterior y el promedio más alto desde agosto de 2022, ocho meses atrás. Subieron los precios de los terneros de todos los pesos, con la mayor recuperación en el caso de los livianos, de menos de 140 kilos (21 centavos más), en niveles cercanos para los animales de 140-180 kilos (18 centavos) y en niveles más bajos para los de más de 180 kilos que subieron 8 centavos.
Es que lo único que faltaba para conformar un escenario alcista para los precios de la reposición era que mejoraran las condiciones climáticas. Los principales factores determinantes del precio de los terneros —y de la reposición en general— son el valor medio del gordo y las condiciones forrajeras. Los precios del gordo mejoraron de forma significativa en lo que va del año y ahora también lo hicieron las condiciones forrajeras. Esto se extenderá hasta que lleguen las primeras heladas, que estarán acá un poco más temprano o más tarde y detendrán el crecimiento del campo natural.
En ese momento comenzará el invierno, el cual será largo. Las reservas fueron mayoritariamente utilizadas durante el verano, las pasturas se sembraron tarde, una vez las lluvias lo permitieron. Por lo tanto, habrá escasez de reservas y pasturas que se demorarán en empezar a dar pastoreos.
A partir de la llegada de las heladas el mercado cambiará nuevamente, seguramente deteniendo la tendencia al alza. Pero el piso seguirá siendo relativamente alto, como lo fue en el verano cuando se atravesó por la sequía más intensa de las últimas décadas. El argumento para ese piso alto es que la oferta de animales de reposición seguirá siendo baja y la demanda —si el mercado internacional sigue acompañando— seguirá firme.