La carne vacuna se ha vuelto más rara en la mesa de los brasileños desde el año pasado. Cada persona consumió un promedio de 29 kg de la proteína en 2020, según la Compañía Nacional de Abastecimiento (Conab). Es el número más bajo desde 1996, cuando se comenzó a realizar la encuesta. El fenómeno está motivado por factores como el encarecimiento del producto y la reducción de la oferta en el mercado interno por medidas de aislamiento social.

La caída en el consumo per cápita en 2020 fue de 5% anual; en 2019 cada brasileño consumió un promedio de 30,6 kg de carne bovina.

El pronóstico de Conab es que en 2021 el consumo caerá aún más y se ubicará en 26,4 kg per cápita, según una encuesta actualizada en abril. El año en que el ciudadano tuvo más acceso a la alimentación fue 2006, cuando la media por persona alcanzó los 42,8 kg.

El profesor de economía de Ibmec-BH, Felipe Leroy, explicó que la caída del consumo de carnes rojas se da por una combinación de factores como el aumento del precio y la competitividad del complejo exportador, consignó El Tiempo.