El servicio sanitario SENASA había anunciado un paro total de actividades desde miércoles hasta este viernes 1º de diciembre, en reclamo por los supuestos despidos de personal del Estado que suponen llevará adelante el gobierno de Javier Milei, que asumirá el próximo 10 de diciembre. Sin embargo, a última hora de ayer, el Ministerio de Trabajo, del mismo signo político de los sindicalistas convocantes (el gremio de trabajadores del Estado, ATE), declaró una conciliación obligatoria para retrotraer la medida por el término de siete días, que se interpretan como días hábiles. De modo que el conflicto queda en suspenso justo hasta la llegada del nuevo gobierno.
La medida, de concretarse, afectará fuertemente la actividad de los agroexportadores en general y los frigoríficos bovinos en particular. A diferencia de otros paros, que han complicado la exportación por vía aérea pero no el trabajo en las plantas ni los puertos, esta vez se había anunciado que la paralización sería total. De hecho, hasta que se conoció la orden de conciliación obligatoria, tres plantas consultadas pensaban paralizar las actividades debido a la imposibilidad de operar.