Durante el mes de agosto, el Índice de Precios de la Carne de la FAO se situó en 122,7 puntos, 1,8 puntos menos que en julio (1,5% menos). Fue el segundo mes consecutivo de caída tras el máximo histórico alcanzado en junio.
En agosto las cotizaciones internacionales de la carne de ave cayeron, impulsadas por las menores compras de los principales importadores y una oferta algo elevada.
Mientras tanto, los precios mundiales de la carne vacuna bajaron por la débil demanda interna en algunos de los principales países exportadores, lo que elevó las disponibilidades para la exportación, y por un modesto aumento de la oferta australiana.
En cambio, las cotizaciones de la carne de porcina subieron debido a la falta de cerdos para faena en algunos de los principales productores.
En cuanto a la carne ovina, según la FAO, los precios subieron moderadamente ante el incremento de la demanda de algunos países europeos que compensó las compras más bajas por parte de China.