De acuerdo con estimaciones de la Secretaría de Agricultura, las existencias ganaderas en Argentina a fin de 2022 alcanzaron 54,2 millones de cabezas, cifra que es 820 mil cabezas superior (1,5%) a la de fin de 2021. No obstante, el stock de 2022 se encuentra 6% debajo del promedio de 2016-2019 y es 14% inferior al máximo reciente, de 2018.

De 2021 a 2022, la categoría que más creció fue la de terneros, que sumó 5% (casi 700.000 cabezas), y luego la de vacas, que aumentó 1,5% (320.000 más), en línea con el promedio de todas las categorías. En cambio, las vaquillonas se redujeron 0,8%, los novillitos 1,6%, y los novillos, 1,2%.

Por otro lado, los datos muestran un crecimiento de 3,6 puntos en el destete aparente (número de terneros en relación con el de vacas del año anterior), que alcanzó 66,7%, lo que lo coloca como el más alto de la serie que elabora la cartera agrícola desde 2007.

Para la publicación especializada Valor Carne, estas cifras muestran que “la inflexión en la curva de faena, iniciada hace como un año, sólo está siguiendo el ciclo ganadero y no implica la voluntad de reducir las existencias, ni siquiera con la sequía extrema que afecta a la actividad desde hace tiempo”.