Este lunes culminó la vigencia del decreto que había dispuesto una rebaja temporal de las alícuotas de los Derechos de Exportación (DEX) para algunos cultivos, desde el 27 de enero pasado, en una situación de márgenes muy apretados. Si bien, ante la inminencia de la siembra de cereales de invierno, ya había anunciado prorrogar la rebaja para trigo y cebada hasta marzo de 2026, no hizo lo mismo con la soja y el maíz, los dos cultivos más importantes de la Argentina. Así, ayer la alícuota de retenciones de la soja pasó del 26 al 33%, y la del maíz, del 9,5 al 12%, tal como era hasta enero.

La decisión despertó la primera reacción fuerte del “campo” contra el gobierno de Javier Milei, que en campaña se había ganado el apoyo del sector diciendo, entre otras cosas, que las retenciones eran un “robo”.

La Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias (CEEA), que agrupa a las cuatro organizaciones rurales de nivel nacional (Sociedad Rural Argentina, Federación Agraria Argentina, Coninagro y Confederaciones Rurales Argentinas), reclamó avanzar hacia la eliminación total de las retenciones. “Venimos reclamando, desde hace meses y años, medidas urgentes y definitivas que atiendan los graves problemas de competitividad que arrastra el sector. Lo hemos hecho de manera institucional, en cada encuentro con legisladores, autoridades del Poder Ejecutivo Nacional y de los gobiernos provinciales”, señalaron.

“El cuestionamiento principal a la vigencia de los Derechos de Exportación, más allá de las alícuotas, es que son un impuesto distorsivo, anacrónico y perjudicial, que ha generado un inevitable retraso social, tecnológico y productivo, a pesar de los esfuerzos aislados de los productores y otros eslabones de la cadena por sostener la producción y el arraigo rural”, agregaron.

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