La Expo Prado vivió una mañana espléndida de miércoles, donde un inusual desfile de novillos ocupó el espacio destinado tradicionalmente a los toros y las vacas de la mejor genética nacional. Fue el Primer Concurso de Novillos de la raza Hereford, en el que participaron varias escuelas agrarias de UTU de diferentes regiones de Uruguay. El evento culminó con un emocionante triunfo para la escuela de Lorenzo Geyres, en Paysandú, cuyo novillo, criado en la cabaña Santa María de Arapey de Alejandra Parietti, se alzó con el primer lugar.

Marcelo Sangenís, director de la escuela de Lorenzo Geyres, compartió su alegría por esta victoria y destacó el apoyo fundamental de la familia Burjel Parietti, dueña de la cabaña Santa María de Arapey. "Tuvimos muchos obstáculos que logramos superar gracias al gran respaldo de los miembros de la cabaña", enfatizó.

Sangenís subrayó la importancia de esta experiencia para los estudiantes, quienes vivieron intensamente la preparación del novillo y la estancia en la Expo Prado. "Los jóvenes llevarán esta vivencia consigo toda la vida, tanto en el cuidado del animal como en su convivencia en el Prado, donde se han sentido como auténticos cabañeros durante una semana", explicó.

El proyecto involucró a tres estudiantes: José González de Young, Facundo Olivera de las áreas cercanas a Paysandú y Agustín Nieves de la región de la ruta 26. Sangenís concluyó afirmando que "esto fortalece nuestro centro educativo y nos posiciona como referentes en la industria ganadera, además de resultar atractivo para los estudiantes que eligen estudiar en Lorenzo Geyres".

El profesor Luciano Soria Rodríguez compartió su gratitud por la oportunidad de participar en este evento y destacó que esta experiencia fue enriquecedora tanto para los estudiantes como para él. Resaltó la dedicación y el entusiasmo de los jóvenes en el proyecto, que forma parte de su Grado.

Alejandra Parietti expresó su satisfacción por el desempeño de los estudiantes y su cuidado del novillo llamado "Pichón". Consideró que esta experiencia inculca a los jóvenes responsabilidad y trabajo, y les brinda la oportunidad de aprender. "Los muchachos se preocuparon desde el primer día que recibieron al novillo y preguntaban cómo debían cuidarlo. Estaba en excelente estado y con un hermoso pelaje", dijo.

Los estudiantes, que bautizaron al novillo como "Pichón", compartieron que esta experiencia será inolvidable y les enseñó cómo trabajar con un animal para alcanzar un peso específico. Detallaron que durante el día le proporcionaban 9 kilos de ración, repartidos entre la mañana y la tarde, además de un poco de heno después de comer. Finalmente, el novillo alcanzó un peso de 461 kilos, marcando el éxito de su crianza y cuidado.

 

Veredictos

Fueron jurados Guzmán e Ignacio Tellechea. Novillo Campeón de UTU Lorenzo Geyres y Santa María de Arapey; novillo Reservado Campeón, de UTU La Carolina, con un ejemplar de su propia cabaña; Tercer Mejor novillo, de UTU Montes y cabaña Valle del Laurel.