Hay récords que perduran. Pasa con el del jamaiquino Usain Bolt en los 100 metros llanos, cuyo récord mundial data de 2009, con solo 9:58 segundos. Quienes más se le acercaron en estos últimos años, quedaron a más de 10 décimas. En Uruguay, 2006 marcó un hito en la cantidad de animales faenados, con 2,588 millones. Recién en este 2021 se podrá superar y es factible que haya que esperar algún año más —no tantos— para que este registro sea superado.
Con datos hasta la semana pasada, culminada el 4 de diciembre, INAC informa que ingresaron a plantas de faena 2,426 millones de vacunos, por lo que solo restan 162 mil para superar el récord de 2006. Con cuatro semanas por delante, con promediar 40,5 mil por semana se alcanzará, y los registros en las últimas semanas que no se vieron impactadas por las medidas gremiales se ubicaron en el eje de las 60 mil.
De acuerdo con operadores e integrantes de la industria, la actividad esta semana volverá a ubicarse próxima a las 60 mil cabezas. Además, el 25 de diciembre es sábado, por lo que tampoco habrá un impacto negativo trascendente por ese feriado no laborable. Por lo tanto, parece más que probable que en diciembre ingresen a planta más de 250 mil vacunos, con lo que en el año acumularían unos 2,63-2,65 millones de vacunos.
2006 fue un punto de inflexión en la ganadería uruguaya. Comenzó a generalizarse la faena de animales más jóvenes, en tanto todavía quedaban muchos de aquellos novillos de 4 años y más. En este 2021 no fue así, porque ya es poca la relevancia de los animales más viejos, de aquellas tradicionales invernadas a campo natural. Pero de alguna manera también se puede decir que ingresaron a planta dos generaciones, porque con el incentivo de los tan altos precios, se apuró la terminación y el envío a faena de novillos y vaquillonas que, de no haber sido por esas cotizaciones, hubieran quedado disponibles para faena en 2022.
Si los precios siguen siendo compensatorios —hoy en día, es lo que se proyecta— en 2022 volverá a darse el incentivo para apurar la terminación de los animales. Pero parece difícil que se pueda volver a alcanzar el récord de más de 2,6 millones de este año.
Sin embargo, es más que probable que este tope no dure lo de aquel de 2006. Seguramente en el correr de esta misma década se estará superando, de la mano de generaciones de terneros que se consolidarán en el eje de los 3 millones que elevarán la disponibilidad de hacienda para la industria.
La ganadería uruguaya atraviesa por una fase de tecnificación, aceleración de los procesos y mejora de la eficiencia, todo gracias a precios atractivos que se distribuyen a lo largo de la cadena. Nada indica, hoy en día, que eso pueda cambiar. Se seguirán subiendo escalones en los volúmenes de producción y en el ingreso de divisas.