La División Sanidad Animal del MGAP, a propuesta del Departamento de Programas Sanitarios (UNEPI), podrá recategorizar los predios interdictos por brucelosis bovina, en base al seguimiento y criterio epidemiológico.
A dichos efectos, podrá disponer las investigaciones que estime necesarias, de acuerdo a las condiciones, requisitos y procedimientos que se establecerán a estos efectos.
Según la resolución del MGAP, el servicio oficial notificará por intermedio de las oficinas zonales y locales a los productores involucrados.
La brucelosis bovina ha tenido vaivenes en los últimos años en Uruguay, que van de acuerdo a los resultados de los análisis en la industria frigorífica, o lechera, en los predios linderos a focos, que están obligados a sangrar, y en el último año en la detección de sangrados obligatorios en las cabañas que se preparaban para vender sus reproductores en la zafra.
Esta última situación, más allá de lo que se mencione por las autoridades y las gremiales, está claro que marcó un antes y un después en la visión de la enfermedad. Varias cabañas quedaron sin comercializar su producción y con pérdidas económicas que superan el US$ 1 millón en algunos casos porque se debe tener en cuenta que las ventas pueden demorar más de un año en volver a habilitarse.
Durante la zafra de reproductores se discutió mucho esta temática, tanto a nivel de los productores, en los bastidores de los remates y exposiciones, como así también en las reuniones tanto de la Comisión Honoraria de Sanidad Animal (COHNASA) como de las comisiones departamentales (CODESAS). Al mismo tiempo, en la interna de la Asociación Rural del Uruguay (ARU) fue un tema recurrente, prácticamente diario.
A pesar de que se consultó a las gremiales qué cambios proponían para esta campaña, la medida adoptada la pasada semana por la Dirección General de los Servicios Ganaderos del MGAP, no contempla dichas propuestas, las cuales están a estudio de las autoridades.
A pesar que el documento no establece cuáles son los criterios que se utilizarán para determinar la declaración del predio como foco, el Dr. Diego De Freitas, director de los Servicios Ganaderos, dijo que "no todas las situaciones son iguales" y agregó que "el estudio tendrá en cuenta si en el predio existieron abortos, cuáles o cuál es la categoría afectada, los linderos, si el predio tiene vacunación o no o cuántos sangrados se han hecho en el establecimiento; hay varios parámetros que se toman para determinar si el predio es foco o debe ser declarado de vigilancia".
Consultado sobre qué significa ser predio de vigilancia explicó: "El productor durante un tiempo, que puede ser cuatro u ocho meses, puede realizar movimientos de animales con sangrados negativos, para luego de ese período determinar si se levanta esa categoría de vigilancia".