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La guerra comercial en la que están enfrascadas las dos principales potencias del mundo, Estados Unidos y China, está golpeando fuerte en algunos rubros en los que Uruguay participa en el mercado internacional, en tanto que en otros pasa prácticamente desapercibida.

Hay una clara diferencia entre los productos que la industria china utiliza como materia prima para hacer productos más elaborados y exportarlos, y los que se consumen en el mercado interno chino.

Los primeros son los que se han visto fuertemente afectados. Un claro ejemplo es la lana. La industria china utiliza la fibra para la confección de prendas que, en una proporción más o menos elevada, son exportadas. Y uno de los destinos clave es Estados Unidos que ya anunció que aplica o aplicará aranceles a todos los productos importados desde China. No es casual que los picos en los precios medios de la fibra en Australia se hayan alcanzado en los primeros meses del segundo semestre del año pasado, cuando Estados Unidos concretó la amenaza de imposición de aranceles.

Otro ejemplo en este sentido es la madera. El Observador informó esta semana que las exportaciones de madera de pino de Uruguay a China, su destino casi exclusivo, se vieron frenadas a cero. El argumento es el mismo: la industria china utiliza estos productos como materia prima para manufacturas que luego son exportadas.

Es distinta la situación en el caso de las exportaciones que se consumen dentro del mercado chino. El impacto es mucho menor, aunque la devaluación del yuan, sin duda, los empezará a afectar al encarecer el precio interno de las importaciones. La expectativa de disminución del crecimiento de la economía también las afectará en el mediano plazo.

Los que no están sintiendo esta situación son las carnes debido a que China tiene una tremenda necesidad de importación para cubrir el faltante generado por la fiebre porcina africana. No solamente no se advierte un descenso de la demanda, sino que esta crece a tasas de dos dígitos y todo indica que así seguirá siendo la situación en los próximos meses.

Hasta el momento, la guerra comercial entre las dos súper potencias aparecía como algo lejano para la producción uruguaya. Para los productores laneros y para los forestales, eso ya no es más así.