Un capítulo del último Anuario de Opypa actualizó la estimación de la demanda doméstica de productos concentrados utilizados para la alimentación animal, así como la participación de las diferentes cadenas por grupo de productos (energéticos, energético-proteicos y proteicos). La demanda se estima a través del consumo aparente.

“En el último periodo trienal analizado (2019-2021) se registra un aumento de 22% respecto al período 2016-2018 debido, fundamentalmente, al incremento de la demanda desde la ganadería de carne vacuna, lo que evidencia un proceso de intensificación de la producción en un marco de buenos precios relativos”, destaca el trabajo elaborado por María Methol.

Los productos concentrados utilizados para la alimentación animal constituyen insumos relevantes de las cadenas agroindustriales productoras de alimentos de origen animal como lácteos, carne aviar, huevos, carne vacuna y porcina.

La creciente utilización de estos productos durante los últimos 14 años se refleja en el incremento de la intensificación de los rubros ganadero y lechero, que se deriva de un conjunto de factores. Entre estos, cabe destacar la expansión de la producción agrícola y forestal en detrimento de la superficie de pastoreo, lo que a su vez genera sinergias entre dichas actividades y la producción ganadera al disponer de una mayor oferta local de productos concentrados.

Durante el período analizado se observa un proceso de intensificación de la producción lechera y de carne vacuna, evidenciado por el aumento de la producción en ambos rubros con mínimas variaciones en las existencias ganaderas y en el uso del suelo dedicado a estas actividades. Durante este período, la producción de leche aumentó 33% con una tasa de crecimiento anual de 1,9% (DIEA, 2021) y la producción de carne 16% con una tasa de crecimiento de 1,1%.

 

Cabe destacar el crecimiento sostenido de la demanda de concentrados en los últimos tres años, alcanzándose en 2021 un récord histórico de 2,66 millones de toneladas, lo que representa un aumento de 15% respecto al año anterior.

Con el fin de relativizar las variaciones anuales, los datos de la serie se agruparon por períodos trienales. En ese sentido, se observa en el último período 2019-2021, un incremento de 22% respecto al periodo anterior.

El fuerte incremento del consumo en el período 2019-2021 está asociado al aumento     del uso de concentrados en la producción de carne y leche, en un marco de muy buenos precios relativos y de condiciones de déficit hídrico en dos veranos consecutivos (2019/20 y 2021/22).

En concreto, en el período 2019-2021 la producción de carne vacuna aumentó 3% y la de leche 5,9% con respecto al período anterior, en un contexto de mantenimiento de las existencias y de la superficie de pastoreo, cuya oferta forrajera se vio afectada por déficits hídricos. Esto evidencia un aumento de la productividad ganadera basado en un incremento del consumo de concentrados.

En cuanto a la participación del tipo de concentrado en el consumo total, los granos forrajeros (energéticos) —constituidos en un 90% por maíz y sorgo—, son los que presentan la mayor participación. Le siguen en importancia los proteico-energéticos y luego los proteicos. En el período 2019-2021, la participación de los granos forrajeros fue mayor que en los períodos anteriores en detrimento de los concentrados proteico-energéticos, según Opypa.