En las últimas semanas se ha marcado una importante corrida por lanas finas con certificaciones, pero al mismo tiempo, productores que tienen zafras de años anteriores, sin certificación se están encontrando con problemas para colocar sus lanas, ya que la diferencia entre lotes es de un dólar o superior en algunos casos.

Julio Gaudín, integrante de la Unión de Consignatarios Laneros del Uruguay, señaló que la actual zafra es parecida a la anterior, "creo que va un poquito de la mano con la tónica de la zafra pasada, y los lotes que se pagan y se pagan bien son lotes finos, pero fundamentalmente que tienen alguna certificación tanto ecológica, cómo RWS". Desde su visión el mercado lleva ese rumbo, es decir hacia lanas certificadas, pero al hablar de finuras "toda la oferta que sale a venta de 22 o de 23 micras hacia abajo, en un valor medianamente normal del mercado y por supuesto atendiendo a todas las fluctuaciones del mercado, se vende y se vende bien".

Si bien se han observado varios negocios en los últimos días, con lanas que alcanzaron valores de punta para cada micronaje, "está muy difícil de vender las zafras viejas, nos pasa a nosotros en el escritorio, son zafras viejas que no tienen certificación y que en el mercado hay y hay bastante". Gaudín explicó que "en determinado momento el productor se dio cuenta de que había que hacer la certificación, porque el mercado iba para ese lado, y lo que nos está pasando hoy, es que estamos obteniendo precio por esa zafras, llámale una o dos zafras certificadas con cualquiera de las dos y no estamos consiguiendo un precio adecuado o acordé por la zafras viejas, que no está certificadas".

"Sí hubo una corrida importante de precios, por ahí se alcanzó algún valor en máximo que en la zafra pasada no lo vinos, pero pasa fundamentalmente por Merinos finos, por algunos lotes o de volumen o de mucha calidad con certificación" indicó el integrante de Gaudín Hnos.

Esta corrida de valores, se suma a dos anteriores, la primera realizada desde la industria por lanas de 19,5 micras y más finas con certificación ecológica, pero por lotes disponibles y luego las dos corridas se dan por un empuje del mercado australiano.

Julio Gaudín remarcó que la certificación "es un plus para las lanas", en este sentido explicó que en "lanas de 22 micras hacia abajo, en muchos casos, puede haber hasta un dólar de diferencia. A mí me pasó que de un mismo productor, la misma lana con certificación vale un dólar más que la que está sin certificación". Más allá de entender la certificación como un plus en la lana, indicó que "el mundo nos está diciendo que el mercado va por ahí" haciendo referencias para "lanas de 22 o 23 micras hacía abajo", sin embargo no descartó que "algún lote específico de 25 micras con alguna certificación, con volumen, con buen rendimiento al lavado, puntualmente se puede llegar a vender".

El consignatario lanero, poniendo ejemplos de las últimas semanas en valores, dijo que "una lana merino e ideal, vale 7,15 hablando de entre 21,5 y 21,7 certificada y vale un dólar menos sin certificar, y la ideal lo mismo.

En el eje de 6,50 o 6,70 con certificación, porque tienen un buen rendimiento al lavado y me pasaron un dólar menos por las zafras que no son certificadas".

Remarcó que se ha visto en los dos últimos años que hay "un componente importante de lanas finas no certificadas que no se pueden vender o que no logran los valores que pretende el productor y hay un porcentaje importante de lanas gruesas, de 24 micras hacía arriba, que tienen certificación y no logramos los valores que quiere el productor. Por ejemplo, si se hace un lote de 21,5 micras a US$ 7,50 con una certificación, una 24 micras tendría que valer dos dólares menos, y hoy por hoy el mercado directamente no las quiere".

En el caso de las 28 o 29 micras, el consignatario dijo que "el productor que tiene estos micronajes, ya se tiene que haber adecuado a los valores que le está pasando la industria. Nosotros no somos quién para decir que debe hacer el productor con su lana, porque por ahí está más volcado en la carne y la lana es un subproducto".

Respecto a este punto, explicó que si el productor está "enfocado a producir carne y tiene ovejas que son pesadas y tiene corderos mamones que son muy buenos, y tiene borregos que pesan bien, la lana pasa a ser un valor secundario dentro del animal. El mercado está dando señales claras que por ese tipo de lanas no hay interés y ese tipo de lana de 28 o 29 micras no pasa por la certificación pasa por la finura. Hoy la lana de un cordero Merino o Ideal, hoy vale prácticamente el doble que ese tipo de lanas".