El año pasado el precio de la reposición quedó rezagado respecto al gordo, con una relación flaco/gordo que durante el segundo semestre osciló cerca de 1/1, con alguna semana, incluso, por debajo.
Las cosas mejoraron para la reposición en las últimas semanas, con los dos principales factores que indicen en su precio presionando al alza: la cotización del gordo y el clima. Ahora, además, es generalizada la percepción de que los precios de exportación de carne se mantendrán firmes en el año, lo que reduce la incertidumbre e incita a invertir.
Ya se están haciendo normales los precios por encima de los US$ 3 el kilo para los terneros. En las últimas tres pantallas las subas en el valor medio han sido consistentes, del orden de 10% en promedio respecto a sus remates anteriores. El valor absoluto de las distintas pantallas no es directamente comparable con las demás, por los distintos días de ventas y diferentes condiciones de financiación, pero la tendencia es clara en las tres.
Con un precio del ternero en el entorno de los US$ 3,00-3,10 y con un novillo a US$ 5,10 el kilo carcasa, el premio del kilo flaco respecto al gordo se ubica en el eje de 8-10%. Ya no es más de 1/1 como el año pasado, pero le queda camino por recorrer hasta ubicarse en niveles del entorno de 1,15, hacia donde debería tender.
La avidez por animales de reposición es enorme, tanto terneros como novillos jóvenes bien recriados, de 350-400 kilos, que los corrales están pagando US$ 2,50-2,60 el kilo. La expectativa es que los precios se mantengan en niveles relativamente altos. Los invernadores y los corrales deberán afinar la punta del lápiz en los negocios, ya que no serán de márgenes tan altos como los del año pasado debido a un precio más alto de la reposición, así como también de los granos forrajeros.