Por Yonnatan Santos Preste –
Tal como fuera el tema de tapa de la última edición de la revista Negocios Rurales de la Asociación de Consignatarios de Ganado, cada año que se da una sequía de verano, la preocupación entre los criadores pasa por el estado general de su rodeo de cría, con diferenciación de lotes, clasificación de los mismos y un alimento que no abunda, y que debe administrarse con inteligencia.
El rodeo de cría en Uruguay se ha mantenido sostenido por encima de los 4,2 millones de vientres desde el año 2013. En 2021, de acuerdo con los datos de Dicose, sufrió una baja a poco menos de 4,3 millones luego de haberse ubicado en los dos años anteriores por encima de ese nivel. Uruguay ha logrado incrementar la cantidad de terneros nacidos en los últimos años, pero este aumento se ha dado por una mayor cantidad de vacas en el rodeo, sin una mejora significativa en la tasa de destete. Es uno de los indicadores a mejorar para seguir en la senda de crecimiento de la ganadería, y para ello el estado de las vacas al momento del entore es clave.
Sobre este tema, el doctor Gabriel García Pintos recomendó a los productores planificar cómo manejar la alimentación disponible para fortalecer el rodeo de cría.
“Las ecografías de las inseminaciones tempranas de octubre y noviembre están dejando resultados interesantes de preñez, entre 58% y 68%, lo cual nos deja tranquilos de que las cosas se pudieron hacer”, dijo el especialista que tiene su foco de acción en el departamento de Lavalleja y alrededores.
Para García Pintos esto se logra con rodeos bien manejados, trabajados y con una cabeza de producción importante. “Ahí hay buenos porcentajes de preñez”, aseguró. “Se complica un poco en esos rodeos que parieron tarde, en los casos de productores que dejaron los toros en el rodeo hasta febrero del año pasado”, ya que en aquel momento también se registró una sequía.
Según su análisis, ese productor que trató de pescar un ternero más dejó a las vacas que parieron en diciembre, incluso enero, sin posibilidad de preñarse ahora.
Por su parte, desde el norte del país, el doctor Guillermo de Nava dijo a Negocios Rurales que están en una etapa crítica en los entores. Hay que tener presente, dijo, que en estos momentos, lo que hay en un rodeo cualquiera son vacas que ya están preñadas, vacas que están ciclando y vacas que están en anestro (que todavía no han comenzado a ovular). “Por consiguiente, a estas últimas los toros no han tenido chances de preñarlas y nuestro trabajo es identificar las vacas problema, categorizarlas para poder aplicarle los manejos correspondientes a esas categorías”, dijo.
“Un análisis en 11 rodeos, con un total de 11.070 vacas evaluadas, nos da un 43% de anestro total, que es un 5% menos que lo que teníamos el año pasado; pero, sin embargo, vemos que este año tenemos 5% más de anestro profundo, que es la peor categoría, porque es la que requiere la medida más radical para poder hacer que esas vacas comiencen a ovular, que es aplicando destete precoz de los terneros”, explicó.
Al ser consultado sobre las perspectivas ante ese escenario, De Nava dijo que la parición de primavera va a ser variable entre todos los predios, pero “creemos que para los rodeos del litoral, que tuvo mayor sequía, está más comprometida y la tasa de preñez va a ser menor que en los rodeos del centro y este del país, como es el caso de Tacuarembó y Cerro Largo.”
Por este escenario, García Pintos recomendó hacer destete precoz, “tratando de salvar a esa vaca, ya que son los últimos cartuchos que nos quedan para preñarlas”. Aseguró que no se debe “alargar más los entores, máximo 28 de febrero, sacando a los toros, porque si no vamos a seguir hipotecando el servicio de 2023”.
Respecto a las medidas de manejo, dijo que “hay lugares donde no se pudieron hacer reservas, sino que se comieron para mantener el estado de los ganados. Hay que ver cómo se acomoda el campo y qué se puede sembrar, porque también hay escasez de semillas y eso aumentó los precios”.
Por lo tanto, es ahí donde entra “la habilidad” de cada uno de clasificar sus rodeos, con un año en el que habrá que sacar las vacas vacías, porque hay precios interesantes para venderlas. “Hay que tomar buenas medidas con las terneras para hacer un buen entore en la primavera de 2022 o 2023. Los ganados que están en buen estado se van a mantener, con productores que cada día aplican mejor la tecnología, haciendo suplementación con granos o afrechillo para que el ganado llegue bien”, sostuvo.
Sobre las medidas para los productores, Guillermo de Nava dijo que recomienda que “se asesoren para hacer la evaluación, porque la vaca que se pueda preñar en febrero estará pariendo en noviembre del 2022. Por lo tanto, vale la pena hacer la evaluación, sobre todo en los rodeos donde haya más dudas, chequear las vacas paridas, identificar las vacas problema, trabajando con tablilla para los terneros o destete precoz”.
En la misma línea, García Pintos, dijo que “lo importante es hacer un diagnóstico con un veterinario responsable, clasificando al ganado preñado, empezando con los mejores, los medianos y la cola, para poder manejarse el resto del año”. A su vez, dijo que “a las vacas que estén preñadas pero más sentidas, hay que fortalecerlas, porque si entran al invierno así, es una lotería saber cómo llegan a la parición”. Para el profesional, “tenemos que tomar la decisión con los vientres vacíos, ya que si son vaquillonas le damos otra oportunidad y si son vacas las vendemos, para aliviar los campos y fortalecer a lo preñado”, finalizó.