Las copiosas precipitaciones de la semana pasada, a las que se agregarán registros de dos dígitos hoy en buena parte del país, frustraron la intención de la industria frigorífica de bajar drásticamente sus precios de compra. Aunque varios insisten ofreciendo menores cotizaciones, los negocios se terminan haciendo a precios muy parecidos a los de la semana pasada.

Hay varios factores que están impidiendo que se consolide la corrección a la baja en los precios. Los problemas de carga por los excesos de lluvias están incidiendo. A eso se suman la exuberancia forrajera y los altos precios de la reposición. “Además, quien precise dinero tiene facilidad para acceder a un crédito, con distintas opciones”, agregó un operador. Desde el lado de la demanda, el hecho de que sigan trabajando equipos kosher en varias plantas es otro elemento de sostén de los valores del mercado.

Los frigoríficos en general están comprados muy cortos, a 3-7 días, lo que da cuenta de las dificultades para acceder a la materia prima con los nuevos precios propuestos en los últimos 10 días.

Varias plantas de faena pasan entre US$ 3,35 a US$ 3,50 el kilo carcasa por novillos y US$ 3,10-3,20 por vacas. Pero los negocios por novillos especiales se siguen concretando a US$ 3,60-3,70 (al igual que la semana pasada) y las vacas pesadas se pagan US$ 3,35-3,40.

En definitiva, el mercado está estable, con muy pocos negocios, y con expectativas de que se mantenga en los actuales niveles por un par de semanas más.