Los dos factores que estaban presionando a la baja los precios del ganado para faena quedaron de lado esta semana y el mercado reaccionó rápidamente dejando atrás la tendencia a la baja de los precios y retomando la firmeza.
Por un lado, la escasez de precipitaciones y, por otro, el conflicto sindical en la industria frigorífica, ejercieron presión a la baja más allá de la corrección que se registró en los precios entre mediados de octubre y principios de noviembre. Al comenzar la segunda quincena del mes pasado, los trabajadores de la industria frigorífica suspendieron las faenas por 48 horas; en ese momento, el mercado parecía encontrar un equilibrio en el entorno de los US$ 4,20 el kilo carcasa de novillo especial, pero volvió a bajar a partir de la medida sindical. Dos semanas después sucedió lo mismo, con un mercado que comenzaba a hacer pie en el eje de US$ 4,10 y que, con tres paros consecutivos de 24 horas cada uno, llevó al precio del novillo muy cerca de los US$ 4,00.


A las distorsiones sindicales se le sumó la ausencia de precipitaciones. En varias regiones del país llovió muy poco en octubre y buena parte de noviembre. Pero, las lluvias del pasado fin de semana fueron generosas, acumulando algunas decenas de milímetros en la mayoría del país.
Esta semana ya se comenzó a advertir un mercado del gordo equilibrado. Los frigoríficos reprogramaron rápidamente las entradas de las cargas que se habían suspendido la semana anterior, en una clara demostración de mucho interés en darle intensidad a los trabajos. Con seguridad, la faena de vacunos esta semana se arrime nuevamente a las 60 mil cabezas.
Por más que hay disparidad entre plantas, hay algunas que comenzaron a pasar precios más altos por los animales de mejor calidad, con valores de US$ 4,00 para vacas pesadas —carcasas de más de 230 kilos— y de US$ 4,20 por novillos especiales y pesados. Son referencias que la semana pasada no estaban en el mercado.
Da la sensación de que el mercado se formará entre US$ 4,10-4,20 por novillos y US$ 3,90-4,00 en el caso de las vacas. El mercado exterior no está muy firme en estos momentos, por lo que no habría por qué suponer que comenzará una nueva escalada de precios. Pero las mencionadas referencias son compensatorias y, si se sostienen por algunas semanas, deberían ser un aliciente como para planificar futuras inversiones con más tranquilidad.