Desde Texas, Estados Unidos

Ni “muchas gracias al comprador”, ni el destaque de la clase y el estado de los animales, ni siquiera se usa el martillo. Los remates ganaderos en Estados Unidos son muy distintos a los de Uruguay.

La gira organizada por la Agropecuaria de Dolores visitó un remate ganadero próximo a la ciudad de Houston. Los animales, en su amplia mayoría terneros livianos, entran de a uno al corral donde se remata. Allí, el rematador a velocidad de vértigo vocea el precio ofrecido y, sin que quede demasiado claro el momento en el que se concretó la venta, el animal sale por la otra puerta hacia la balanza. Los compradores pagan por libra, pero el peso del animal lo sabrán después de haberlo comprado.

Hay otra diferencia con los remates en Uruguay. El bienestar animal brilla por su ausencia. La picana eléctrica se usa con frecuencia y el miedo se advierte claramente en la cara de los animales.