La ganadería bovina brasileña ingresaría en 2026 en una nueva etapa del ciclo, luego de varios años de expansión de la oferta. De acuerdo con proyecciones de Agrifatto, el próximo año marcaría el primer retroceso anual tras cuatro ejercicios consecutivos de crecimiento, como resultado del fuerte descarte de hembras registrado en los últimos años. La elevada participación de vacas en la faena redujo la reposición y el volumen de animales disponibles para engorde.
Para 2026 se estima una faena total de 40,3 millones de cabezas, lo que implicaría una caída de 4,1% respecto a 2025. La producción de carne vacuna acompañaría este movimiento, con un descenso proyectado de 1,7%, hasta 10,62 millones de toneladas. Aun con una oferta más ajustada, Brasil mantendría su liderazgo exportador, con Asia como principal destino y con una menor participación de Estados Unidos en el comercio internacional, lo que ampliaría el espacio para el producto brasileño.
Este escenario de menor oferta interna y demanda externa firme abre la puerta a una valorización real del boi gordo. En San Pablo, Agrifatto proyecta precios en un rango de R$ 320 a R$ 330 por arroba en el primer semestre, con potencial de subas más marcadas en la segunda mitad del año si las condiciones climáticas acompañan. En el mercado de reposición, el ternero también muestra perspectivas firmes, con una oferta limitada que favorecería precios sostenidos.
El año 2025 fue de récords para la ganadería brasileña, marcada por una abundante oferta, impulsada por un descarte acelerado de hembras. La faena superó los 42 millones de cabezas, un récord y 6% más que en 2024, con una participación de hembras cercana al 46%, tres puntos porcentuales por encima del año anterior. En paralelo, las exportaciones alcanzaron niveles inéditos, con récords mensuales durante todo el año y un máximo histórico en octubre.
Fuente: Agrifatto
