Los altos precios que se están pagando por los animales a faena no han repercutido en un aumento en el envío de vientres preñados a frigorífico. De acuerdo con un relevamiento realizado por Faxcarne en tres empresas frigoríficas, la proporción de vientres preñados no ha tenido cambios significativos respecto a años anteriores. De hecho, en dos de las tres empresas consultadas la proporción de vientres preñados es inferior este año que el pasado, en tanto que en la restante los números son bajos y no difieren de forma significativa.
El hecho genera tranquilidad en cuanto a que los esfuerzos realizados para preñar esos vientres no son tirados por la borda con el envío de esos animales a faena. En general, esa decisión se toma por condiciones dificultosas para mantener los animales en el rodeo de cría (escasez de forraje, fundamentalmente) o por una brecha demasiado amplia en el precio de los animales a faena respecto al de los vientres preñados.
Actualmente, una vaca vendida a frigorífico con una carcasa de 230 kilos se paga en el eje de US$ 1.200-1.250, en tanto que vacas preñadas cotizan en general entre US$ 950-1.000.
Las buenas condiciones forrajeras en las que se ingresa al invierno, así como las favorables expectativas para los precios de la reposición en el mediano plazo, ayudan a la decisión de mantener los vientres preñados en el rodeo de cría.