A juicio de Facundo Schauricht, integrante del departamento de Hacienda de Zambrano & Cía, el mercado del gordo tuvo un quiebre sobre mediados de la semana con una “industria más cautelosa” a la hora de pactar negocios de compra a los valores de US$ 3,30 para la vaca gorda y US$ 3,60 para el novillo.

“Hoy los frigoríficos están más duros para concretar negocios a esos valores”, admitió. Añadió que la estrategia de algunas plantas fue la de “achicar la faena”, mientras que otras directamente se retiraron del mercado. Las entradas —que estaban sobre un eje de una semana— ahora se estiraron a 10 días o dos semanas en algunos casos.

Por otro lado, el clima también comienza a jugar su partido. “Hoy hay productores que están esperando por las lluvias y prefieren esperar para sumar más kilos”, acotó.

En el caso del mercado ovino, Schauricht indicó que la industria está pasando algunos centavos menos en términos generales con una “gran disparidad” en los valores que se ofrecen para el cordero, en una franja de US$ 2,70 a US$ 3 por kg carcasa. Con estos valores, algunos ganaderos han optado por no enviar a faena los corderos mamones y dejarlos para sumarles más kilos ya pensando en faena de 2023. En el caso de los ovinos, “hay poca oferta pendiente” de acordar entradas a las plantas.