Desde Anuga, Alemania

INAC apunta al sudeste asiático como futuros importadores de carne uruguaya y dentro de esta región donde se observan posibilidades más próximas es en Malasia. “La aspiración es que el mercado pueda quedar operativo en el correr del primer trimestre del año que viene”, dijo Álvaro Pereira, del área de Inteligencia de Mercados del INAC.

Pereira manejó “tres categorías de gestión” para la mejora de la inserción de las carnes uruguayas en el mundo. Una es bajar aranceles. En este tema, está el caso del acuerdo UE-Mercosur que, “en mi opinión, tiene una probabilidad de éxito un tanto acotada”, la segunda es el TLC con China, que la pelota está en la cancha china, y la tercera es el acuerdo Transpacífico, que podría dar alguna oportunidad especialmente en el caso de Japón, Canadá y el Reino Unido. “Eso en el aspecto arancelario, que son gestiones de largo aliento”, expresó el integrante del área de Inteligencia de Mercados del INAC.

Una segunda categoría es el plano sanitario; en temas de acceso técnico Pereira dijo que “el sudeste asiático es materia pendiente. Se puede aspirar a un acceso a Malasia en el mediano plazo, tenemos un diálogo fluido”, recalcó. Malasia no discrimina entre productos con y sin hueso, por lo que al lograr el acceso se podría ingresar con una amplia gama de productos. Además, es ampliamente deficitario en producción bovina, importan 90% de lo que consumen, por lo que el arancel es de 0%. Hay que cumplir con el rito halal, por lo que el centro islámico del Uruguay está trabajando para dar satisfacción a esos requerimientos. Malasia también podría ser una gran oportunidad comercial para el ovino, ya que se podría entrar con hueso.

Consultado por Filipinas, dijo que es un mercado que actualmente está cerrado, pero que está en agenda. “El MGAP ya mandó toda la información”.

El último plano es el comercial, que son mercados que están abiertos y en los que se pueden buscar otras oportunidades.