De cara a las últimas semanas del año, Brasil, uno de los principales productores agrícolas del mundo, atraviesa una segmentación en términos climáticos con algunos estados gozando de buenas condiciones mientras que otros, mayoritariamente al sur, están sufriendo una notoria escasez hídrica sin miras de cambio.

Los estados ubicados en el centro y norte del país han recibido un buen caudal de precipitaciones y registran buenos desarrollos de los cultivos, Mato Grosso y Mato Gross0 do Sul son ejemplo de ello. Pero los estados ubicados hacia el sur del país, principalmente Santa Catarina y Paraná, atraviesan el séptimo diciembre más seco de los últimos 30 años.

El norte de Argentina atraviesa una situación similar y los pronósticos de cara a la recta final del año no son nada alentadores ya que el agua no aparece y las temperaturas se sostienen. De configurase este escenario negativo para la producción tanto de soja como de maíz, es de esperarse un descenso en las producciones proyectadas, para que esto no suceda se deberían suscitar precipitaciones en los primeros días de enero.