En el marco de la Expo Prado 2022, el Instituto Plan Agropecuario y el Banco República presentaron la firma de un acuerdo que permitirá la compra de ración por parte de los productores que apliquen la tecnología del destete precoz.  

El vicepresidente de la institución de extensión, Francisco Donagaray, dijo que en los últimos años se vienen impulsando “tecnologías validadas” y que permiten tener “certezas” a nivel productivo, siendo “una de ellas el destete precoz”.  

Explicó que el resultado de esta tecnología “quedó demostrado en Guichón, es una certeza tecnológica, es decir que no perdés dinero y tenés un impacto brutal en el establecimiento”. Agregó que “Uruguay necesita obtener 10% más de preñez y eso se logra con destete precoz”.  

El productor recordó que, en la última actividad realizada por el Ing. Álvaro Simeone con la UPIC, se demostró que únicamente la aplicación del destete precoz permite incrementar 34% los ingresos en un predio criador. Pero además remarcó que existen categorías donde esta tecnología debería ser “estructural” como en la “vaca de segundo entore”.  

Donagaray dijo haber cometido un error en su establecimiento en los últimos años, “vi que las vaquillonas se estaban alzando, tenían parches, y se preñaron, pero lo hicieron al final del entore, eso significó que cuando fueron a parir, lo hicieron tarde y después no las pude preñar de vuelta”.  

En este sentido dijo que además de preñar las vacas, esta tecnología permite que “las vacas entran con otra condición corporal al invierno, que son quilos que hacen que se desarrolle mejor el ternero dentro de la vaca, que para mejor la vaca y que se vuelva a preñar, y en algunos casos extremos le estás salvando la vida a la vaca sacándole el ternero”.  

Existen en el vox populi muchos dichos que justifican por parte de algunos productores la no utilización de la tecnología, por lo que Donagaray dijo que “la gente adoptaba la tecnología, conoce los protocolos, sabe cómo se hace”, sin embargo “muchas veces faltaba el recurso económico para, por ejemplo, comprar la ración”.  

Explicó que tras la firma del acuerdo se generan nuevos desafíos para la institución, en primer lugar que “los técnicos del Plan Agropecuario visiten los establecimientos, vean las condiciones, ayudar al productor a llenar un balance mínimo que se precisa. Por supuesto que el productor tiene que ser cliente del banco, y con una pequeña gestión le dan la plata para poder comprar la ración”.  

Ahora “también tenemos que identificar y ver cuántos productores tenemos para poder negociar, de repente, con las empresas proveedoras de raciones un volumen mayor y poder bajar el precio de esa reción para los productores”.

Si bien el acuerdo abarca a todos los estratos de productores, no solamente a los más pequeños, Donagaray dijo que “la diferencia la hacemos con los productores chicos que van a poder criar bien sus terneros y sacar mejores rendimientos en sus establecimientos, y principalmente que no se le mueran las vacas, no solo no preñarlas, sino que no se le mueran las vacas ya es una diferencia brutal”.