Dos de las tres empacadoras de carne que cotizan en la bolsa brasileña anunciaron sobre fines de la semana pasada que están redirigiendo los pedidos de carne china a sus plantas en Argentina y Uruguay. El esfuerzo es mitigar el daño causado por la autosuspensión de las exportaciones brasileñas en las ventas de estas empresas y en toda la cadena.
Debido al posible caso atípico de “vaca loca”, el Ministerio de Agricultura suspendió voluntariamente los envíos de proteínas, tal como prevé el acuerdo con China. Ahora depende de Beijing dar luz verde para la reanudación de los negocios, y no hay fecha límite para eso. En 2019 hubo 13 días de espera. En 2021, más de 100 días.
La mayor exportadora de carne bovina de Sudamérica, Minerva, informó que atenderá la demanda de China desde sus tres plantas en Uruguay y su unidad en Argentina. Con esto, la empresa, que en 2022 registró ingresos récord de R$ 31 mil millones, espera mantener su participación en el mercado chino. Marfrig va a exportar a China desde sus seis unidades en los dos países vecinos. JBS no hizo comentarios.
El ministro de Agricultura, Carlos Fávaro, recibió la pasada semana al embajador chino para tratar la situación. El laboratorio de referencia de la Organización Mundial de Sanidad Animal (Omas), en Canadá, debería publicar los resultados de las pruebas a finales esta semana. La expectativa en el mercado es que China reabra sus puertas en marzo, informó Valor.