En el marco de la primera edición de la Mercoláctea en Uruguay, que tuvo lugar en la Rural del Prado entre jueves y sábado de la semana pasada, una mesa redonda de Conaprole puso foco sobre el clima y la sustentabilidad.

El encargado de abrir la actividad fue Walter Baethgen, vicepresidente de INIA, y experto en temas climáticos. Durante su exposición machacó con cifras sobre el aumento de la variabilidad que ha mostrado el clima durante los últimos años. “El cambio climático es un problema real y serio”, aseveró.

Añadió que habrá que acostumbrase con más eventos extremos e intensos a futuro. “Hay que pensar en cómo hacer sistemas más resilientes con un enfoque de gestión de riesgos”, indicó.

El presidente de Conaprole, Gabriel Fernández, dijo que fueron 6 meses muy duros para la lechería por el aumento significativo de los costos y la pérdida de 40 remitentes de la cooperativa. “No puede pasar que no se haya aprendido nada de esta seca”, indicó. Añadió que los productores que tenían más reserva y agua en la parcela la pasaron mejor que el promedio.

Además, indicó que la cooperativa calculó que 1 año de reserva para sus productores equivale a unos US$ 50 millones, algo que tendría un costo financiero anual de unos US$ 2,5 millones. En ese sentido, indicó que hay que buscar una estrategia que permita enfrentar de mejor manera eventos climáticos extremos como la última sequía.

En tanto, Gabriel Ollegini, gerente del Área de Producción Lechera y Relaciones Cooperativas de Conaprole, dijo que la cooperativa viene abordando el tema de la sustentabilidad desde hace muchos años. Recordó que desde 2006 está vigente el proyecto Tambo Sustentable con foco en la infraestructura porque ello tiene mucha incidencia en la gestión de los establecimientos. “Una sala bien diseñada es menos tiempo en el tambo y ayuda a la gestión de efluentes”, ejemplificó.

Por su parte, Ana Echenique, quality manager de la cooperativa, repasó una serie de acciones que se han desarrollado para una “nutrición sustentable” con el desarrollo de nuevas fórmulas más reducidas en sodio y azúcares, al tiempo que destacó el compromiso de Conaprole con el “medioambiente” con la reducción del consumo de agua y la medición de la huella de carbono. “Lo primero que nos pregunta hoy un cliente en el exterior es la huella de carbono para producir cualquier producto”, aseguró Fernández.

El director de Prolesa Clever Machín habló sobre las distintas acciones que viene impulsado el brazo de insumos de Conaprole desde 2010 en materia de sustentabilidad ambiental con el reciclado de envases y centros de acopio para envases plásticos, entre otras acciones.

En tanto, el presidente de Proleco, Gerardo Perera, dijo que la institución siempre busca generar nuevos productos crediticios que hagan su aporte a la sustentabilidad. En ese sentido, destacó el papel que ha jugado el FFIEL para financiar proyectos a largo plazo. Este programa ha financiado ya a unos 100 productos por unos US$ 17 millones; el 24% de este monto se destinó a infraestructura para los tambos. También Proleco cuenta con una línea verde para financiar proyectos enfocados en la eficiencia energética y energía limpias con una tasa del 0%.