Este martes se inauguró la nueva sede del Instituto de Vitivinicultura (Inavi), con la presencia del presidente de la República, Luis Lacalle Pou, autoridades ministeriales y de la Intendencia de Canelones. La sede, ubicada en Las Piedras, demandó una inversión de US$ 1.950.000.

El presidente dijo que detrás de cada botella de vino hay una historia y destacó que en Canelones hay muchos productores que se esfuerzan por mantener la calidad del producto.

 “Sabemos que vamos rumbo a otro tipo de reconversión y que allí tiene que estar el Estado”, indicó Lacalle Pou, y repasó el apoyo que UTE y el Banco República le brindan a este sector; asoció la vitivinicultura con la producción de la granja y resaltó su compromiso para que estos sectores sean exportadores. “Uruguay puede jugar en la cancha grande, porque está probado”, sostuvo.

Por su parte, el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), Fernando Mattos, indicó que después de 34 de haberse constituido el Inavi “se cumple el sueño largamente perseguido, el de la sede propia”. El centro “va a ser una carta de presentación de lo que nosotros pretendemos, que la institucionalidad agropecuaria siga un camino de modernidad en cuanto a su reconversión y a su propio funcionamiento”, expresó el ministro.

“Todos los gobiernos hicieron algo por la vitivinicultura nacional,  lo que ha llevado a que toda producción nacional pueda ser vendida y ofrecida por su calidad, diferenciándonos por la excelencia”, añadió.

Según dijo, el directorio del instituto, constituido recientemente, permitirá cumplir con la meta de rediseñar la vitivinicultura nacional en los próximos 30 años, a través de un plan estratégico.

El centro cuenta con salas de capacitación, un viñedo, una bodega experimental, un laboratorio, depósitos y áreas administrativas.