Por Andrés Oyhenard

 

Es la tercera generación de tamberos. Gabriel Soutto tiene 61 años, acaba de realizar una inversión para ampliar su tambo y es optimista acerca del futuro del sector. En entrevista con La Lechera, el productor de la zona de Chamizo y directivo de la Sociedad de Productores de Leche de Florida (SPLF) dio sus impresiones sobre su rubro.

 

¿En qué zona está tu establecimiento? Eres propietario, arrendatario…, ¿qué tipo de tambo explota?

Estoy en la zona de Chamizo, a unos 3 kilómetros de Fray Marcos (Florida). El tambo lo inició mi abuelo en la década de 1950, lo siguió mi padre, y desde el 2002 me hice cargo. El campo es mi propiedad y le arriendo el 50% a mi hermana; son 180 hectáreas. En promedio anual consumimos un 55% de pasto en la dieta del tambo, 20% de reservas y 25% de concentrados. Actualmente tenemos 130 vacas en ordeñe, pero en el pico de primavera llegamos a ordeñar 260 vacas.

La mitad del rodeo es Kiwi y la otra Holando neozelandés. El promedio anual de sólidos nos da 3,72% de proteína y 4,10% de grasa. Actualmente, estamos cobrando entre US$ 0,50-0,51 por litro de leche remitido a Conaprole.

 

¿Cómo es la gestión del tambo y el personal?

Actualmente tengo tres empleados, pero vamos a tomar dos más porque pensamos ordeñar más vacas. Hicimos una sala de ordeñe nueva de 24 órganos.

 

¿Qué lo llevó a esa decisión de invertir para ampliar su tambo?

Nuestro manejo es muy parecido a los tambos de Nueva Zelanda. Tratamos de optimizar los tiempos para que los empleados salgan a hacer todo, no solo el tambo durante sus 8 horas de trabajo. Cuanto menos tiempo tenés en el tambo, se pueden hacer otras cosas.

 

¿A qué cantidad de vacas apuntan llegar?

Apuntamos a 300 vacas en el pico de producción durante las pariciones del 15 de marzo al 15 de setiembre. Ahora estamos en 1,64 vacas por hectárea de plataforma y pensamos llegar entre 2 y 2,5. El área de plataforma promedio anual es de 102 hectáreas.

 

¿Las reservas se hacen en el propio establecimiento?

Hacemos silo de maíz. Tenemos otro campo arrendado y traemos la reserva de ahí. También compramos maíz grano húmedo y damos raicillas, que anda muy bien para los sólidos, tiene proteína y es barata. También en ese campo externo hago la recría de las terneras, por eso no utilizo el campo de recría de la SPLF. Estamos inseminando aproximadamente al año de edad.

 

¿Tienes algún tipo de apoyo familiar en el tambo?

Tengo dos hijos varones mellizos, uno es veterinario y otro agrónomo, una hija que es profesora de inglés. Si bien mis hijos varones tienen sus propios empleos (Timac Agro y Gensur), me dan una mano en el tambo y me asesoran.

 

¿Cómo está viendo el momento de la lechería? ¿Siente que se está levantando un poco de cabeza, que hay otro ánimo?

Sí claro, el sector está levantando, por suerte. Una pena este incremento en el precio de los insumos que estamos soportando actualmente. No es lo mismo la otra época, cuando la leche estaba en estos valores, pero los insumos tenían otro precio, bastante más baratos.

 

¿Dónde puede estar la llave para aumentar la producción de leche? Hay industrias con problemas por la falta de materia prima.

Lo que yo veo es que los tambos uruguayos tienen muy poca carga de vacas. Hay espacio para aumentar la carga para producir más y cubrir ese déficit de leche. En nuestro caso consumimos 6.500 kg/ha de pasto y pensamos llegar a 7.500 kg/ha.

 

¿Qué tipo pasturas maneja?

Tenemos alfalfas, raigrases y dejamos de plantar sorgo. Comenzamos a plantar rábano forrajero, algo parecido a una colza. Somos dos productores los que implantamos este cultivo en Uruguay el año pasado. El resultado ha sido muy bueno. El costo de implantación es parecido al sorgo. Este cultivo se comenzó a plantar en Australia por las secas, a las vacas les gusta mucho y da resultado con la leche. Este cultivo se implanta sobre fines de agosto o también en otoño. En nuestro caso, la siembra la hacemos en agosto.

 

¿Cómo está viendo el funcionamiento de la SPLF? Continúa creciendo en la cantidad de servicios que está prestando.

Es mi segundo período como directivo de la sociedad. Hace unos años que soy socio. Antes estaba en la ANPL, pero como tenía cada vez menos servicios opté por hacerme socio de la SPLF. Se viene trabajando muy bien.

En mi caso utilizo los servicios de BPS, DGI, maquinaria. El presidente (Fabián Hernández) ha trabajado muy bien y le dedica mucho tiempo de su vida a la sociedad. Pienso que el crecimiento que ha tenido en este tiempo se debe al trabajo constante de la directiva actual y las anteriores, y del apoyo incondicional de los funcionarios que tienen puesta la camiseta.