Dos semanas después del anuncio que había realizado el ministro de Economía, Sergio Massa, el gobierno argentino finalmente formalizó este miércoles en el Boletín Oficial la suspensión de las retenciones a los productos lácteos. La medida estará en vigor hasta el 31 de diciembre próximo. Entre otros productos, la leche en polvo venía tributando un 9% de derechos de exportación y los quesos 4,5%. La demora en formalizar el anuncio sobre las retenciones había generado malestar en la cadena sectorial.

“Suspéndense, hasta el 31 de diciembre de 2023, inclusive, para las mercaderías comprendidas en las posiciones arancelarias de la Nomenclatura Común del Mercosur (N.C.M.) que se consignan en la planilla que, como Anexo (IF-2023-115976867-APN-SSGYPA#MEC), forma parte integrante del presente decreto, las alícuotas del Derecho de Exportación (D.E.) hoy vigentes, resultando de aplicación, desde la entrada en vigencia del presente decreto y hasta aquella fecha, inclusive, la alícuota del cero por ciento (0%)”, dice el decreto 506, que lleva la firma del presidente Alberto Fernández; el jefe de Gabinete Agustín Rossi, y Massa.

El titular de Economía había dado a conocer la suspensión de las retenciones el 20 del mes pasado en Pilar, Santa Fe, durante una reunión con productores e industriales debido a la crisis de la producción primaria.

Los tambos vienen con fuertes pérdidas con costos que están por encima de los precios pagados por la materia prima. Según dio a conocer el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA), el valor de salida de fábrica [valor por litro equivalente al que vende la industria] tuvo una variación interanual del 125,2%. En tanto, mientras el costo de producción trepó 131,2% [costo total que incluye interés al capital], con un análisis del Iapuco [Instituto Argentino de Profesores Universitarios de Costos] sin el efecto sequía, el precio al tambero tuvo una variación interanual del 107,9%.

En los considerandos del decreto se encuentran varios argumentos sobre la medida. “La baja en los precios internacionales para los productos lácteos, registrada a partir del segundo semestre del presente año, genera una menor capacidad de pago de las industrias hacia los productores”, dice en un tramo.

Luego precisa: “En este contexto de baja de precios internacionales y una débil demanda del principal consumidor mundial, la producción nacional entra en el período de crecimiento estacional con una perspectiva de aumento en los niveles de producción que redundará en una caída en los precios a pagar al productor”.

Y remarca que “para mejorar el nivel de ingresos de los productores y de la industria, promover el desarrollo e incentivo de la producción y el agregado de valor nacional, impulsar las ventas a mercados externos, mejorar la competitividad de la cadena y fortalecer el arraigo y permanencia de la población rural en cada región de nuestro país, deviene necesario suspender temporalmente hasta el 31 de diciembre del 2023, inclusive, los Derechos de Exportación para las posiciones arancelarias de la Nomenclatura Común del Mercosur (N.C.M.) correspondientes a ciertos productos lácteos y sus derivados”.

Respecto de la situación del sector, el OCLA había alertado recientemente: “Los efectos del control de precios y del mix conformado por los derechos de exportación y retraso cambiario (hoy exacerbados por la caída de precios internacionales), hacen disminuir los poderes de compra de la industria en general (en particular las que atienden ambos mercados con alta incidencia de las exportaciones y las mono-producto de exportación), y es posible, de no mediar algún cambio significativo en el mercado o las políticas económicas que influyen sobre el sector, que la situación de resultados negativos se profundice en estos meses, sobre todo por la sobreoferta en el mercado doméstico debido a que estamos transitando el pico estacional de máxima producción, combinada con bajas en el volumen exportado y la imposibilidad de sostener stocks por el costo financiero que ello conlleva”. Fuente:  La Nación – Fernando Bertello