En el contexto de su Asamblea Anual, la Sociedad de Productores de Leche de Florida (SPLF) aprovechó el año electoral para invitar a representantes de los cinco principales partidos políticos que estarán disputando las elecciones de fines de octubre para que dieran su visión acerca del futuro de la lechería en Uruguay. El desarrollo del riego, la necesidad de que los jóvenes se queden en el sector, que las familias vivan en el campo, así como lo imperioso de bajar costos y de abrir mercados, fueron temas recurrentes durante las presentaciones.

Participaron de la actividad Enrique Malcuori por el Partido Independiente. Ricardo De Izaguirre por el Frente Amplio, José Roure por Cabildo Abierto, Carlos María Uriarte por el Partido Colorado y Conrado Ferber por el Partido Nacional.

La instancia, moderada por el periodista Andrés Oyhenard, comenzó con la consulta de cómo observaban la lechería en el año 2030, cuando termine el próximo período de gobierno, luego los panelistas debían explicar las medidas concretas a llevar adelante en el sector, para culminar con una reflexión final.

En cuanto a cómo ven a la lechería uruguaya en 2030, los representantes de los partidos políticos dieron visiones desde distintos ángulos. Malcuori, del Partido Independiente, se basó en lo que ha venido sucediendo en las últimas décadas y dijo que ve un sector con “predios de más escala y con más especialización”. Agregó que para “apostar al crecimiento”, se precisa especialización, inversión y “un Estado que tiene que estar presente”.

De Izaguirre comenzó la respuesta con una pregunta: “Desde 2015 perdimos 600 productores lecheros, ¿quiénes estarán aquí en 2030?”. Y agregó que “lo que pase en la lechería en estos próximos cinco años depende de nosotros”, y apuntó a que “los jóvenes se queden” en el sector.

Roure, representante de Cabildo Abierto, fue escéptico acerca de lo que se le pueda pedir al Estado. “No hay que esperar nada del Estado, todo debe venir de nosotros mismos”, y recordó que “cuando precisé del Estado lo que sentí fue desamparo”.

Carlos María Uriarte, en representación del Partido Colorado, proyectó para 2030 “un sector lechero feliz, enamorado de lo que hace, viviendo en el campo con la familia”. Complementó esa visión con que nacen en el mundo “500 millones de personas todos los años”, quienes deberán ser alimentados.

Conrado Ferber, quien fue el último en dar su visión (así lo determinó un sorteo que definió previamente el orden de las disertaciones) dijo que para 2030 se imagina “una lechería consciente de la fuerza que tiene, con riego desarrollado y, por lo tanto, menos dependiente del clima”. El actual presidente del INAC agregó que vaticina “una lechería más moderna, con la familia viviendo en el campo”.

Respecto a las medidas concretas a llevar adelante para apuntalar a la lechería en el país hubo varias coincidencias. La que más se repitió fue la necesidad de políticas dirigidas a un crecimiento en el uso del riego. Uriarte y Ferber coincidieron en que debe ser “una política de Estado”. Roure fue por el mismo camino. En base a su experiencia como productor agrícola ganadero del departamento de Flores, quien ha incorporado el riego, se refirió a “la paz mental que da el riego”. Ferber agregó que “se debe capacitar a la gente a regar”.

Por su parte, Malcuori se refirió a una “política de crédito para la compra de campos que tenga en cuenta el devenir del sector”, para lo que mencionó la posibilidad de subsidiar la tasa de interés. Roure fue en el mismo sentido y dijo que “subsidio no es una mala palabra”.

De Izaguirre mencionó la necesidad de ampliar el acceso a mercados. “La lechería debe respaldar al Mercosur, porque es su principal mercado”, afirmó, y llamó al trabajo en conjunto con otras instituciones como el INAC o Uruguay XXI “para trabajar los mercados”. Ferber transitó un camino similar, al enfatizar en el “acceso y desarrollo de mercados” y en la posibilidad de “ir atrás del INAC buscando nichos especiales”.

Uriarte, por su parte, enfatizó en la trascendencia del cuidado del ambiente y mencionó la “energía circular”, que dijo que es hacia donde “el sector debe apuntar”.

El representante colorado se refirió a la necesidad de que haya “una ley de lechería” y mencionó, como titulares, algunos otros temas a encarar, como la cría de machos, la promoción del encalado, la elaboración de un fondo anticíclico, la revisión del sistema impositivo y la posibilidad de que se otorguen créditos en canasta.

Para De Izaguirre, hay gente “muy capaz” que puede colaborar para el desarrollo del sector, sin importar del partido que sean. Mencionó como ejemplos a Martín Aguirrezabala y Tabaré Aguerre.

Las “reflexiones finales” de los representantes de los distintos partidos políticos, en líneas generales, transitaron por el mismo camino que en la participación anterior, con temas recurrentes como la importancia del riego, del abatimiento de los costos. Se agregaron algunos otros. Para Uriarte, hay un “debe importante en la institucionalidad”, para lo que consideró necesario “repensar el Inale”, con un trabajo más similar al del INAC para el sector cárnico, que “apoye mejor al sector”. Finalmente, Ferber consideró que “hay mucho por innovar, y eso también disminuye los costos”.