La zafra de implantación de verdeos y praderas perenes se viene desarrollando en “condiciones extrañas” por la buena coyuntura climática que se arrastra desde el verano (exceso de forraje) y las lluvias copiosas de marzo. “Eso es lo que ha llevado, por ejemplo, a que tengamos una menor demanda por avenas que, en años normarles, se implantaban temprano”, dijo en diálogo con La Lechera el Ing. Agr. Pablo Platero, responsable de Pasturas de la Unión Rural de Flores (URF).

El técnico comentó que marzo cerró “con muy pocas ventas y reservas” de semillas para siembra. Añadió que los productores han tomado una posición de “mayor cautela” porque se viene de un 2023 “complicado desde el punto de vista financiero”.

Platero indicó que, si bien es una “zafra que viene lenta”, se aprecia un “mayor interés” por parte de los productores por pasturas más perennes (alfalfas, festucas, dactylis) que por los verdeos. La sequía del año pasado provocó pérdidas de muchas praderas y la opción más rápida a la que se apeló en muchos casos fue a la de verdeos para obtener forraje a más corto plazo. En el caso de los verdeos, los ganaderos también tenían “ciertas dudas” con las inversiones en virtud de los precios que tuvo el ganado gordo en semanas anteriores, aunque ahora logró “cierta estabilidad”.

 

Los costos

De acuerdo con estimaciones de costos que realiza la URF, una pradera con ahicoria + trébol rojo tiene un costo de implantación esta zafra de US$/ha 305; festuca + trébol blanco+ lotus US$/ha 378; avena US$/ha 225, raigrás US$/ha 221 y una alfalfa US$/ha 399.

“Hoy quizás vemos que con fechas de siembra de avenas tempranas que se perdieron, el productor se inclina más por pasturas de 2 años, como puede ser una achicoria con trébol rojo o raigrases de ciclos más largos”, aseguró Platero.

El responsable de Pasturas de la URF dijo que con cosechas de verano “atrasadas” por el exceso de agua, las labores de siembra también se han visto afectadas en esta zafra. “Hay un área que sí o sí se va a sembrar porque el sistema te lo pide y los ganados están”, consideró.

En cuanto a la disponibilidad de gramíneas perenes en el mercado nacional, “no es buena” porque la seca del año pasado pasó factura. Por ello es que los precios de las semillas se mantienen o son superiores en algunos casos.

En el caso de la URF, la “cosecha estuvo dentro de lo proyectado”. Además, previendo una mayor demanda para la zafra 2024, se realizaron importaciones a través de la alianza que la URF tiene con la multinacional DLF para contar con un mayor volumen de semillas forrajeras.

Platero destacó en particular la “muy buena respuesta” y “demanda” que viene mostrando el dactylis Captur, que suele utilizarse en la mezcla con alfalfas. “Están quedando muchos rastrojos de maíces disponibles que se van a cubrir. Seguramente en unos 15 días veamos un mayor ritmo de ejecución en las siembras una vez que ya se vaya avanzando también con la cosecha de verano. En el caso de las praderas, es importante que las chacras estén en condiciones para realizar una implantación óptima, porque es una pastura proyectada para 2-3 años”, recordó.