El pasado jueves 9 de marzo, en el Auditorio del LATU, se realizó el lanzamiento de la Red Tecnológica de la Cadena Láctea (RTCL), una iniciativa de Conaprole, el Instituto Nacional de la Leche (Inale), el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), el LATU, Latitud – Fundación LATU y la Universidad de la República (Udelar).

El propósito de la RTCL es que los actores del sector lechero trabajen articuladamente para lograr un cambio cultural con el objetivo de mejorar la competitividad internacional, busca fortalecer la investigación, innovación, desarrollo y formación de capital humano en la lechería.

El diálogo con Informe Tardáguila el Ing. Agr. Pablo Chilibroste, docente de la EEMAC en Paysandú e investigador de la Facultad de Agronomía (Udelar), dijo que la Red Tecnológica es “claramente una articulación” entre distintas instituciones que se “comprometen” para solucionar los problemas de la lechería.

“La idea es poder mostrar qué es lo que se está haciendo en los diferentes sitios experimentales como el Centro Regional Sura, la EEMAC, y la Unidad de Lechería de INIA La Estanzuela, además de los laboratorios del Inale y la Udelar, además de los predios comerciales. Este proyecto trabaja mucho a nivel de predios comerciales”, afirmó Chilibroste.

El investigador indicó que luego de realizar un repaso de lo que hizo hasta ahora la Red Tecnología, queda claro que existen “sistemas de base pastoril bastante bien definidos. Sobre esos sistemas estamos buscando estrategias para mejorar la eficiencia y, al mismo tiempo, tener un conocimiento más detallado y cuantitativo de la dimensión ambiental y social para tener pautas seguras de crecimientos y que lo que generemos sea rentable para el productor, para la industria, y que se sea competitivo a nivel internacional”, enfatizó.

Chilibroste precisó que llegar a ese proceso implica “cumplir con ciertas exigencias internacionales desde el punto de vista ambiental, sanitaria, etc, cada vez más altas”. “Esto le pone dificultades a los problemas y más justifica este tipo de respuestas (por la Red Tecnológica) que son multiinstitucionales y con una mirada de mediano y largo plazo”, añadió.

El experto dijo que la idea es generar “rutas técnicas” con trayectorias tecnológicas que sean buenas para el productor, la industria y la lechería en su conjunto para su desarrollo.

 

Los escollos

Chilibroste consideró que bastante para avanzar en la producción lechera en todo lo que es “transferencia de tecnología” en los tambos. “Ahí que decir que ya tenemos productores lecheros que tienen niveles de productividad en los niveles que propone la investigación. Eso demuestra que ese camino es factible”, dijo Chilibroste.

Por otro lado, el Ing. Agr. consideró “hay oportunidades interesantes que van a hacer a la economía del productor”, que tiene que ver con el balance entre lo productivo, lo ambiental y social para ver “de qué forma valorizamos mejor el producto que tenemos”.

“En definitiva, Uruguay exporta y tiene que tener un buen retorno por eso que exporta para poder distribuirlo mejor en la cadena y que se refleje en el precio de la leche”, señaló.

Por otro lado, dijo que en materia ambiental hay todo un “tema para trabajar” en lo que refiere al “balance de nutrientes a nivel general”. Por ejemplo, qué relación existe entre el fósforo, potasio, azufre que entra al sistema y el que sale del establecimiento. “Más importante que eso es cómo circulan dentro de los sistemas esos nutrientes. Ese es un tema de directamente importancia para nosotros porque de ahí sale qué llega a las cañadas, qué se va con el agua superficial, etc”, advirtió.

Por último, también está el tema de los gases de efecto invernadero, algo que “tiene un alto componente de demanda externa hoy por hoy. Es un tema a poner mucha atención porque mañana puede ser una demanda de la sociedad uruguaya”, finalizó.