Cuando en pocas semanas el Ministerio de Ganadería dé a conocer el dato de existencias vacunas y ovinas en el país se estará confirmando un aumento en la cantidad de bovinos, pero el crecimiento será inferior a lo que se preveía algunos meses atrás debido a que la extracción en la segunda mitad del ejercicio 2024/25 fue superior a lo que se preveía. Los altos precios a los que se llegó en el mercado de animales a faena elevaron el incentivo para acelerar la terminación de animales jóvenes, a la vez que se liquidaron más vacas de lo que se anticipaba, también por la “tentación” de aprovechar los altos precios. Una vaca a faena se pagó bastante más que una vaca preñada para el campo.
A mediados del año pasado había en el país 11,32 millones de vacunos. De ellos, 4,26 millones eran vacas de cría, de las que una elevada proporción estaba preñada y produjo terneros. La expectativa es que sean unos 3,15 millones de cabezas, a los que hay que restarles unos 50 mil que fueron exportados en pie antes del 30 de junio. Por lo tanto, están dadas las condiciones para que la cantidad de terneros destetados alcance un récord del orden de los 3,1 millones de cabezas.
En contrapartida, la salida de animales del sistema fue relativamente elevada, en especial durante la primera mitad de 2025, de la mano de los altos precios pagos tanto por la industria frigorífica como por la exportación en pie, que alentaron ventas mayores de las que se preveían. Sumándole una mortandad y consumo predial en línea con un buen año productivo, la salida de animales del sistema, entre faena, exportación en pie y mortandad, habría sido cercana a los 3 millones de cabezas.
Por lo tanto, entre ingresos y egresos del sistema, el rodeo crecería en unas 120-130 mil cabezas a alrededor de 11,45 millones. Más allá del modesto crecimiento, sería el segundo más bajo en lo que va de la década.
Además, se trata de un rodeo joven, dado que el crecimiento se debe exclusivamente a una mayor cantidad de terneros. Estimando los kilos totales de vacunos, en realidad se tiene que haber producido una moderada baja anual. Por lo tanto, entre esta menor carga de kilos y el aumento en la cantidad de animales en los corrales de engorde, no deberían darse problemas de carga por un aumento de la presión de pastoreo, salvo en el eventual caso de una sequía muy intensa.
El peso relativo del rodeo de cría, vacas y terneros, sigue creciendo y se va arrimando a las proporciones que ostentan las ganaderías desarrolladas, donde las categorías improductivas (vaquillonas de más de 2 años, novillos de más de 3) tienen una escasa ponderación dentro del rodeo total, con una alta proporción del rodeo de cría. Uruguay va en ese camino, con el rodeo de cría superando el 60% del total. Treinta años atrás apenas superaba el 50%.