Por Andrés Oyhenard, desde Florida

La Sociedad de Productores de Leche de Florida (SPLF), Conaprole, y la firma Nutex organizaron el pasado jueves una charla presencial titulada Estrategia de alimentación en el actual contexto de escasez de reservas. Los disertantes en el salón de eventos de la SPLF (que contó con un buen número de tamberos de la zona) fueron los médicos veterinarios Álvaro Pastorini e Ignacio Dodera del equipo técnico de la firma Nutex.

En la previa de la disertación y a modo de introducción, el responsable zonal de Conaprole en Florida, Diego Ibarra, dijo que la sequía del 2022-23 requiere “cabeza fría, plata, y mirar hacia adelante. “Las deudas de esta sequía se van a pagar con la leche de las vacas que van a seguir produciendo”, afirmó.

Por otro lado, tanto Ibarra como el gerente de la SPLF, Ing. Agr. Andrés Barreira, y los directores de Conaprole presentes admitieron que el ánimo de los tamberos se deterioró durante el último mes porque se ha gastado más dinero de los previsto y la reversión de la sequía —que preveían algunos meteorólogos para enero o febrero—, finalmente no ocurrió. 

“El poder juntarnos en este tipo de reuniones o las de los grupos de productores para intercambiar, tiene efectos positivos”, aseguró Ibarra.

 

Eficiencia paga

Dodera hizo hincapié en que cada establecimiento tiene una “realidad diferente” por la sequía por lo que no hay soluciones únicas, aunque sí queda demostrado que en las circunstancias actuales hay que ser “cada vez más eficientes en todos los procesos” porque los tambos están trabajando con un escenario de costos elevados.

“El precio actual de la leche nos ha permitido manejar dietas un poco más costosas”, valoró.

El técnico de Nutex dijo que la “dieta más barata” es la que deja más litros de leche libre, y remarcó que las vacas requieren “nutrientes, no ingredientes”. “Hay que buscar la combinación para que las vacas puedan asimilar (el alimento) y transformarlo en leche”, indicó.

El veterinario recordó que el llenado del tracto digestivo es el principal regulador del consumo de materia seca (CMS), pero el espacio del rumen es limitado. “El alimento indigestible ocupa espacio, permanece más tiempo en el rumen y afecta la producción de leche”, señaló. 

Dodera transmitió que, en esta época de pariciones, una vaquillona arranca con un CMS de unos 13 kg, pero luego del mes ya pueden consumir 20 kg.

Una de las medidas de fácil manejo que recomendó el experto es evaluar la consistencia de la bosa para tener una idea si la comida es la correcta.

 

Lupa sobre el costo

A su turno, Pastorini resaltó el encarecimiento importante de los insumos y concentrados, pero sugirió que en una época de “alta concentración de partos” es importante invertir en dietas para estas vacas y vaquillonas frescas, y tener dos lotes en posible.

“Lograr picos de producción nos va a defender el negocio”, consideró. Añadió que es posible manejar “con cuidado” dieta de concentrados para vacas frescas con entre 15-16 kg sin que ello implique “un encarecimiento” teniendo en cuenta otras alternativas posibles en un escenario como el actual.

Al tiempo que consideró esencial planificar con un horizonte de 60 días el presupuesto del gasto en alimentación. “No hay que salir desesperadamente a pagar cualquier cosa por reservas”, sugirió.

El técnico de Nutex puso el ejemplo de un precio de US$ 70 que le pasaron por fardos de colas de arroz. “Si lo llevo a materia seca, son unos US$ 350”, advirtió. En ese sentido, planteó si no es más negocio o alternativa pagar un precio similar o más bajo por un afrechillo de arroz, de trigo o cáscara de soja.

“Lo peor sería sobrecomprar algo muy caro que nutricionalmente me rinde muy poco”, apuntó.

El experto admitió que la logística para dar faros secos también juega su papel, ya que, al no tener un mixer, por ejemplo, que permita la mezcla y el mojado con agua, es difícil hacerle comer a las vacas ese tipo de fibras. Una de las opciones que emergió es la de aplicar melaza, Nutrilic, entre otros.

“Hay que pensar en usar lo mínimo. No utilizar más de 3-4 kg de paja de trigo. Es muy difícil hacerle comer a una vaca en condiciones normales”, indicó.

Para Pastorini, es clave “mantener la facturación” para sostener a flote la empresa en el corto plazo. Al tiempo que consideró que la condición corporal (peso vivo de las vacas) es un activo. “Es plata activa que tenemos en el tambo. Si hay un indicador de los más importante para seguir, es ese”, remarcó.

“En condiciones de costos altos, hay que sacar toda vaca que esté pensada como descarte”, acotó.

El técnico de Nutex comentó que una dieta para un lote de baja tiene hoy un costo de 10-12 litros de leche, por lo que pueda dar un margen de unos 6-4 litros (asumiendo un promedio de 16 lts/día/vaca). La dieta para lotes de alta (que hoy están produciendo unos 26 lts/día) cuesta unos 15 litros de leche. “Es muy difícil darle de comer a una vaca recién parida por debajo de esos costos”, admitió Pastorini.

Según el técnico, en un tambo de 300 vacas, lo que queda libre del costo de alimentación con estos precios son unos US$ 40 mil por mes para cubrir todos los demás costos asociados a la explotación de un tambo.