La figura del compartimento de bioseguridad para el ovino, que permite ingresar con carne con hueso al mercado de Estados Unidos, ha venido generando mayor interés por parte de los productores, al tiempo que se fueron dando a conocer sobreprecios que auguran mejores márgenes.
En todo el país han comenzado a operar emprendimientos privados nuevos, generando además de la oportunidad para el productor que lo impulsa, también para los pequeños productores que encuentran una demanda adicional en el mercado.
De acuerdo a las proyecciones del MGAP, para este año 2019 se terminarían en los compartimentos cerca de 12.000 corderos; sin embargo, al analizar las cifras actuales, ese número quedó atrás ya que se lleva exportado cerca de 17.000 corderos y ahora la expectativa es superar los 20.000 este año.
Actualmente el sobreprecio por corderos del sistema es de 25% sobre el valor de ACG para el cordero pesado que se posiciona en US$ 4,04, por lo cual en este sistema el valor final quedaría en US$ 5,05. Claro que existe una serie de requisitos para alcanzar el precio máximo, como por ejemplo los kilos de carcasa, tal cual ocurre en la venta tradicional hacia la industria con animales de campo.
En lo que va del año hasta la fecha los registros de exportación indican que se colocaron en Estados Unidos 44,8 toneladas de carne ovina con hueso por US$ 274 mil. De ellas, 31,6 tons eran carcasas de cordero que se exportaron a un valor medio FOB de US$ 5.427. Además, se vendieron 4,9 tons de cortes del delantero y 8,3 tons de cortes del trasero.
Solamente dos empresas han participado de esta corriente comercial, frigorífico San Jacinto (30,5 tons) y frigorífico Las Piedras (14,2 tons).