En el marco de la última edición de Agro en Punta, hubo dos conferencias vinculadas al rubro ovino. La primera titulada Cordero Uruguaio da Boutique de Carnes do Mundo, a cargo de Josefina Valenti, gerente de marketing de INAC, y de Marcos García Pintos, coordinador de transferencia tecnológica del SUL, y la segunda, denominada ¿Recuperación coyuntural o estructural? Claves para el futuro del rubro ovino, que contó con la participación de Eduardo Urgal, director de Frigorífico San Jacinto, y Jorge Bonino (asesor privado), Diego Cybulka (Certificación Peterson) y Nicolás Sapelli (director comercial Chargeus Luxury Fibers).
En su presentación, Valenti presentó la reciente campaña que lanzó el INAC en San Pablo y Río de Janeiro para posicionar al cordero uruguayo en un mercado que tiene la ventaja de tener 0% de arancel, estar habilitado para con y sin hueso, y donde Uruguay es el proveedor del 90% de esa carne que importa Brasil. El objetivo de la campaña en diferentes plataformas es llegar a un target de unos 10 millones de consumidores. Actualmente, se está en una fase de mantenimiento de la campaña que culminará el setiembre próximo, luego de la cual se hará una evaluación.
Por otro lado, García Pintos habló sobre qué tipo de canal está demandando la industria y los mercados. En ese sentido, dijo que la “buena noticia” es que todas las razas en Uruguay son “aceptables” para la producción de carne, aunque hay deberes por hacer como lograr una mayor grasa intramuscular porque eso tiene una “mayor aceptación” dentro de los consumidores. Los cruzamientos de razas tienen aquí un papel relevante para tener “canales más parejas”, con un peso óptimo que debería ubicarse en un rango de 16-22 kg. Otro tema central, según el técnico del SUL, es la uniformidad de las canales ya que se pierden anualmente unos US$ 750 mil por la “heterogeneidad” de los embarques, con camiones con corderos, por ejemplo, de 12 kg (carcasa) y otros de 20 kg. También se pierden otros US$ 200 mil por golpes, hematomas, abscesos y flechilla. La tipificación de las carcasas es otro punto donde también hay elementos por corregir.
Por su lado, Urgal consideró que el país tiene una “gran deuda” con el rubro ovino, y que la despoblación de la campaña es “parte de esa deuda”. Dijo que con el volumen actual de producción es “difícil vender bien”, aunque se mostró optimista con el futuro ya que, en una perspectiva histórica (20 años), la única proteína animal que elevó su comercio fue la ovina (+5%).
El principal de San Jacinto proyectó un aumento del stock para el ejercicio en curso por la disminución de la faena en 2024 y por las condiciones actuales que está mostrando el mercado de la carne ovina. El industrial indicó que la demanda para los mercados que tiene Uruguay requiere de carcasas de 13 a 24 kg, con casos de 26 kg que se pueden obtener puntualmente con algunos destinos. “El arbitraje del cordero y el novillo está en relaciones históricas, eso es algo positivo para el precio de la carne”, destacó.
Por otro lado, Urgal consideró que para este 2025 el comportamiento ovino con destino a EEUU vuelve a “resurgir” como una posibilidad concreta, luego de un par de años de pocos negocios para ese nicho.
Urgal consideró que para impulsar a la carne ovina es necesario aumentar la faena y desestacionalizar la producción. En ese sentido, dijo que los productores no pueden llamar 2 semanas antes para cargar sus corderos porque se hace “muy difícil” valorizar esa carne. Sugirió pautar entregar con un trimestre o incluso con un semestre de antelación, para poder “seguir aportando a una mejora en los precios de exportación”.