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Las exportaciones de lana en el trimestre entre agosto y octubre sumaron solo 3.158 toneladas peso producto, un descenso de 52% respecto a los mismos meses del año anterior y de 61% en comparación con el mismo trimestre de 2017, de acuerdo con los datos de Aduanas en base a solicitudes de exportación.

Los argumentos en la lentitud de las ventas al exterior son dos: por un lado, una disminución en la cantidad de lana vendida por parte de los productores, en tanto los precios de mercado no están a la par de las expectativas generadas; por otro, la muy débil demanda desde el exterior, lo cual dificulta las exportaciones tanto de quienes trabajan en sucio como de quienes industrializan la materia prima y venden la lana peinada.

“Es más importante la lentitud de las ventas al exterior, el mundo está girando mucho más lento”, dijo gráficamente un industrial consultado por Faxlana.

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Lo que más afectado se ha visto es la exportación de lana sucia. En los 12 meses a julio de 2018 Uruguay exportó 17,7 millones de kilos de lana sucia, volumen que descendió a 13,7 millones en el año a octubre de 2019. Mientras tanto, las exportaciones de lana peinada se mantuvieron mucho más estables con 14,6 millones exportados en el año a julio de 2018 y 13,7 millones en los últimos 12 meses.

Más allá de eso, en los meses de setiembre y octubre las exportaciones de lana peinada cayeron al entorno de las 500 toneladas mensuales, nítidamente por debajo de las alrededor de 1.200 toneladas que se han exportado en promedio por mes en los últimos cuatro años.

El presidente del SUL, Miguel Sanguinetti, reconoció que la situación económica de la institución, relacionada directamente con la lana, la fuente de ingresos para el SUL, es difícil. Dijo “venimos monitoreando todas las semanas, y por suerte en el último período había quedado una fuerte reserva en la institución, lo que nos ha ayudado muchísimo”.

“Hemos manejado las ventas de las producciones de los dos campos en forma adelantada”, citando el ejemplo de la venta “de unas vaquillonas que estaban en el engorde y con muy buenos precios. También hay lanares vendidos a frigorífico, logrando equilibrar los números recibiendo de la lana prácticamente en un 100%”.

Sanguinetti dijo que el SUL, y en particular la actual directiva, está enfocada en lograr conquistar otras fuentes de recursos para la institución. En este sentido se refirió a que Uruguay hoy importa de Brasil y Argentina lana para trabajarlas en la industria uruguaya, “y que muchas veces sale con el sello de lana uruguaya. Consideramos que si la lana sale al exterior con el sello de lana uruguaya, la institución tuvo mucho que ver en la valorización de esa lana”.

La idea de Sanguinetti “es comenzar a trabajar regionalmente para el lado de Rio Grande en Brasil, Curuzú Cuatiá o algún otro punto de Argentina, tratando de llevar nuestra técnica a productores de la región y así rescatar recursos. Incluso, estamos pensando que técnicos que recientemente se han jubilado del SUL, podrían hacer trabajos en el exterior y traer lanas que lleguen en buena calidad, lo que favorecerá a la industria local y el país, y que de eso el SUL también reciba algo”.

Sanguinetti no descartó la posibilidad de gestionar ante el estado, un canon sobre el ingreso de esas lanas al país, destino a la institución, sin embargo aclaró que sería menor al ingreso generado por las lanas uruguayas.