Para una zafra que ronda los 25 millones de kilos de lana los productores acondicionan el 60%, donde hasta el momento se realizaban dos certificaciones de la cosecha a través de las grifas verde (colocada por la máquina de esquila) y la celeste (colocada por el productor). En los últimos años la última ha sido cuestionada por la industria topista y ha caído su importancia a la hora de negociar el precio del lote de lana.
En la jornada de ayer, el Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL) presentó en conferencia de prensa cambios en el programa de acondicionamientos de lana, donde se informó que dejará de entregarse la grifa celeste a los productores y que se entregará como alternativa una grifa amarilla a las máquinas de esquila, que se sumará a la ya existente grifa verde.
El Téc. Agr. Carlos Piovani, coordinador de esquila y acondicionamiento del SUL, señaló que el 80% de la lana cosechada y acondicionada en la actualidad, responde a la grifa verde y que esta se corresponde con el 50% de los ovinos en el país. En tanto que el 20% restante se realiza con grifa celeste y reúne a cerca de 900 productores y 600 mil ovinos.
El profesional explicó que en un principio la grifa celeste se había planteado para ser utilizadas en aquellos casos que las máquinas de esquila estuvieran en proceso de certificación para obtener la grifa verde, sin embargo esto se extendió en el tiempo y existen máquinas con casi 20 años de trabajo conjunto con el SUL; que por un motivo u otro no acceden a la grifa.
Teniendo en cuenta el alto nivel de lanas acondicionadas grifa verde, la directiva del SUL decidió retirar la distribución de la grifa celeste. Al mismo tiempo determinó como alternativa el otorgamiento de la grifa amarilla. El Ing. Romeo Volonté, gerente de la institución, dijo que la alternativa de esta nueva grifa es "para entregar a aquellas máquinas de esquila que quieran realizar el proceso de acreditación a Grifa Verde".
Para acceder a la misma, las empresas de esquila, deberán firmar un contrato por dos años en el cual se comprometan a trabajar con SUL y a capacitar a su personal en ese sentido. Finalizado ese período, si la máquina no llega al nivel mínimo de acreditación para Grifa Verde, el SUL dejará de asistirla y capacitarla.
De esta manera, retirada la grifa celeste, la grifa amarilla se entregaría únicamente a las máquinas de esquila, que sería la responsable por la calidad de la cosecha de lana. Para aquellos productores que realizan su propia esquila y utilizaban la grifa celeste, el SUL ha determinado que para recibir la nueva grifa deberán asistir a una escuela de esquila y acondicionamiento para aprender a acondicionar y a hacer el romaneo del lote.
Completada esta etapa se le dará un número, grifas amarillas, un romaneo SUL y firmarán un contrato de responsabilidad por el uso de las grifas y el acondicionamiento de su lote. A partir de ese momento éstos serán incluidos en un listado, disponible en el sitio web del Secretariado Uruguayo de la Lana, de productores que hacen su propia esquila.
Piovani explicó que "quien use la grifa amarilla, tendrá un respaldo, capacitación y compromiso" de parte del SUL debido a que deberán tener un contrato firmado "procurando la institución lograr una mayor cantidad de lotes que tengan respaldo y bien hecho".
"Tenemos alrededor de 20 empresas de esquilas, en las que vamos a priorizar para seguir adelante con ellas, y encarar la grifa amarilla", sostuvo por su parte Piovani. "Aquellos productores que hacen su propia esquila, podrán acceder a la grifa amarilla a través del contacto con los técnicos de la institución".