La trazabilidad individual del ganado vacuno ha sido cuestionada en varias oportunidades, sin embargo es imposible dejar de reconocer el impulso que le ha dado al país dicho sistema, principalmente en la apertura de mercados y el fortalecimiento de la confianza que los destinos más exigentes para nuestras carnes tienen en Uruguay.
A nivel del rubro ovino, al comienzo, se manejó en una reunión en la Asociación Agropecuaria de Artigas por parte de las autoridades del momento, que era el próximo paso a seguir, sin embargo van catorce años y aún el tema no está en la agenda a corto plazo según el Ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Ing. Agr. Carlos María Uriarte. El jerarca dijo que “no lo descartamos” porque generar la trazabilidad en el ovino sería acompañar lo que Uruguay “ya ha hecho en otros rubros y sería un tema considerar”.
Si bien algún productor se preguntó ¿por qué sumarle un problema más al ovino? Luego de la consulta al ministro en conferencia de prensa. La realidad es que ha dejado de ser un problema para transformarse en parte de una solución que está impulsando la producción de carne ovina a nivel de país, como lo es la creación de los compartimentos ovinos. Recordemos que para exportar carne ovina con hueso a Estados Unidos, desde los compartimentos, uno de los requisitos es el caravaneo individual de cada a animal a su ingreso y el registro de lo que se realiza durante el período que se encuentran en dicho sistema.
En tal sentido dialogamos con el Ing. Agr. Romeo Volonté, Gerente del Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL), quién señaló que “indudablemente que desde el punto de vista de los mercados” la trazabilidad redundaría en un beneficio para el rubro, sin embargo reconoció que “cómo se instrumenta” sería el tema principal para comenzar a trabajar.
“Creo que no puede ser de un día para otro, obviamente una cosa es el costo por animal vacuno y otra es por el ovino” dijo el profesional. Volonté recordó que la trazabilidad es un “requisito” para brindar garantías a un mercado exigente a través del compartimento y que “esa tendencia, así como la del bienestar animal, es clara. En la medida que podamos empezar a dar pasos y aunque sea gradualmente creemos que nos va a beneficiar”.
El costo del sistema, podría ser una de las grandes limitantes para implementar la trazabilidad individual en el ovino. “creo que el rubro ovino tiene que empezar a recorrer ese camino”. Reconoció que siempre se plantea en este tipo de casos aquella vieja discusión de “si no me pagan más porque voy a tener que hacerlo, o porque voy a tener que asumir el costo” y marcó que “a veces es difícil determinar si no nos pagan más”.
En el caso del vacuno, la trazabilidad fue obligatoria desde el comienzo y no se pudo comparar cuanto se pagaba más por tener o no lo animales trazados; sin embargo cuando hablamos del ovino, el compartimento puede comenzar a ser un termómetro del propio mercado, más allá de los demás requisitos que posee este sistema productivo y que se destina a un solo mercado, ya ha generado un valor diferencial que ha impulsado el desarrollo de varios emprendimientos en distintas zonas del país.
Volonté recordó que “cuando se pensó el plan piloto de la trazabilidad vacuna había mucha resistencia mismo de los productores, de porque tener que caravanear todos los animales, que capacidad de control tenia, porque uno no era libre de elegir, distintas visiones” y luego remarcó que “el camino nos mostró que nos dio muchas soluciones, nos permitió acceder a muchos mercados”. En este sentido señaló la Cuota 481 como el mercado de mayor valor para las carnes vacunas, para la cual “obviamente se necesita trazabilidad individual”.