En el sector granjero uruguayo, existe una brecha significativa entre los precios que recibe el productor y los precios que pagan los consumidores en el punto final de venta. La logística, los intermediarios y los comerciantes son los que se llevan la mayor parte de dicha diferencia. Esta situación ha sido históricamente señalada por los productores, gremialistas y autoridades.

La sequía agrava la situación

En la actualidad, debido a la sequía que ha impactado negativamente en los sistemas de producción a nivel de campo, la brecha se ha ampliado y la falta de producto ha generado valores al alza en el consumidor final. Los precios están atados a la calidad y calibre del producto cuando el productor recibe sus ingresos.

La especulación

El senador Jorge Gandini, del Partido Nacional, consultado al respecto, ha señalado que en la cadena de producción existe un componente de especulación y ganancia que no le llega al productor.

"La psicología del comprador" explica en parte el incremento de precios, porque "no se quejaba" sabiendo que había un problema de escasez de productos y por eso "no asombraba de ir al supermercado y pagar los limones o las papas un poco más de lo que lo estaba pagando antes".

El MGAP

El legislador ha manifestado que el Ministerio de Ganadería está trabajando en la precisión de los componentes de la cadena de producción para desentrañar los factores que generan los precios, que son mucho mayores que los del productor.

Gandini ha reconocido que esto está dentro de lo que es "el libre mercado", pero ha advertido que "la concentración en algunos casos y las condiciones que ponen compradores al productor y luego en el punto de venta, generan esos precios y esas ganancias mucho mayores que las del que trabaja en la tierra".