Ayer, luego de una larga lucha contra el COVID, nos dejó el colega Gabriel “el gordo” Couto, un tipo joven, simpático, luchador y apasionado por lo que hacía.

Era, para nosotros en particular, una alegría cada vez que lo cruzábamos en las distintas exposiciones del interior o en el Prado, esa exposición que él tanto disfrutaba.

Todos los que supimos compartir con él conocimos su constante esfuerzo por estar presente en el evento, su compromiso con su audiencia, la dedicación por su labor y su permanente disponibilidad para colaborar con sus colegas.

Un sentido del humor particular, de esa gente sana del interior profundo de nuestro país, pero también con quien se podía hablar de diversos temas durante la espera de los Grandes Campeones en las distintas pistas de Expo Prado.

Padre de tres hijos, que digo padre, padrazo, siempre contando sobre sus hijos en los distintos encuentros o también en las redes.

Se fue un amigo, se fue un colega, y sobre todo se fue un gran tipo.

Hasta siempre, querido Gabriel.