Tras la detección de los primeros casos de HLB en la ciudad de Bella Unión, hasta el momento no se han detectado nuevos focos de la enfermedad y se continúa con los chequeos de rutina para controlar el posible avance a las zonas productivas.

El Ing. Agr. Juan Grasso, integrante del equipo de los Servicios Agrícolas del MGAP; recordó que luego de los casos registrados en la ciudad norteña, se realizó una liberación importante de Tamarixia Radiata para controlar la población de Diaphorina Citri, el vector transmisor de la enfermedad.

El profesional explicó que se ha venido trabajando en los monitoreos y atención de sospechas por parte de los productores, pero “cuatro o cinco meses, que tuvimos la última detección de una planta positiva y el corte de esta”.  

En la zona cercana a Salto y debido a la importancia de la citricultura en la región, Grasso dijo que hasta el momento no se han detectado casos positivos, pero si se ha recibido notificaciones de sospecha por parte de los productores. “Cualquier sospecha genera preocupación, cuando llama un productor o una familia que tiene una planta en un traspatio, y tiene la sospecha que puede ser HLB, nosotros no dejamos ningún cabo suelto, siempre se va y si el síntoma puede llegar a ser algo parecido a HLB, se saca la muestra y se manda al laboratorio”.

 

Plantas sin manifestación

Grasso reconoció que puede existir plantas que posean la enfermedad y que no manifiesten síntomas. “Una vez que una planta se contagia, este puede pasar desde seis meses hasta 2, 3 o 4 años en manifestar un síntoma”.

El profesional explicó que más allá de que la planta esté enferma, hasta que la misma no presente síntomas atribuibles al HLB, no se puede diagnosticar la enfermedad. “Por más que le saquemos muestra de todo el árbol, de todas las hojas, no le vamos a poder diagnosticar la enfermedad, porque la enfermedad se diagnostica en hoja, digamos en tejido vegetal que tenga el síntoma característico de la bacteria”.

Por lo que aclaró que, si se ingresara a una chacra y se realizará un relevamiento planta por planta, “el análisis le va a dar negativo. Puede tener alguna planta afectada, ojalá que no, pero el análisis va siempre negativo hasta que muestre síntomas”. Por lo que los controles se basan en el vector transmisor de la enfermedad, la Diaphorina Citri, “a pesar de que una planta no presente síntomas, si la diaphorina está infectada el laboratorio sí la detecta”.