Entre el 75% y el 80% de los costos productivos de la zafra de cultivos de invierno ya se invirtió, consideró Juan Manuel García, secretario de Copagran, y el rendimiento de equilibrio de los cultivos (es decir, lo que se debe producir para sobrellevar esos costos) aumentó. Al momento de la siembra el rendimiento de equilibrio era de entre 3.300 y 3.400 kilos por hectárea para cebada y trigo, y de 1.400 para colza, pero actualmente es de 4.000 kilos por hectárea para los cereales y 2.000 kilos para la oleaginosa, indicó.
Si bien los costos bajaron, los más altos (los fertilizantes) ya fueron invertidos. Y ahora los productores están atentos a cómo se desarrolla la zafra para saber cómo será el margen. Por el momento, pese a que en el norte del país hay exceso hídrico y en algunas zonas del sur falta agua, los cultivos todavía tienen su potencial intacto, sostuvo García.
Según explicó, el negocio se ha tornado “un poco más riesgoso”, porque la inversión que se debe hacer hoy en día es más alta de la que se hacía años atrás por la misma extensión de tierra. El monto de inversión que hace dos años estaba en US$ 500 por hectárea, actualmente está en US$ 1.200.