En la apertura semanal, el trigo bajó en las plazas estadounidenses, luego de las importantes mejoras acumuladas durante la semana anterior, que superaron el 4% en Chicago y en Kansas. La caída fue la consecuencia de las ventas por toma de ganancias de los fondos de inversión frente al clima de incertidumbre que genera el "factor político" desde la Casa Blanca, con las persistentes amenazas de aranceles a una multiplicidad de países, que va desde México –es el principal importador de trigo de EE.UU.– y Canadá a la Unión Europea y Brasil.

El límite a las pérdidas lo aportó el polo exportador de la zona del Mar Negro, donde resulta evidente la ralentización de las ventas de Rusia y de Ucrania ante la caída de las existencias, que recalientan los precios domésticos del grano fino. Además, ahora también genera preocupación el clima en las zonas productoras de ambos países por la chance de que una ola de frío afecte aquellos cultivos que se encuentren sin la cobertura de nieve necesaria para brindarles protección de las heladas.

La consultora rusa IKAR redujo ayer de 43,50 a 43 millones de toneladas su estimación sobre el volumen de las exportaciones de trigo de Rusia en la actual campaña y lo ubicó por debajo de los 46 millones de toneladas proyectados en enero por el USDA y muy cerca de los 42,80 millones calculados por la firma SovEcon.

Fue positivo para el mercado estadounidense de trigo el reporte semanal sobre la inspección de embarques, donde el USDA relevó ayer despachos por 536.217 toneladas, por encima de las 253.137 toneladas del informe precedente y del rango estimado por los privados, que fue de 200.000 a 450.000 toneladas.

En tanto, con el "factor político" ocupando un lugar de preeminencia en la atención de inversores y de gobiernos luego de la decisión de Trump de aplicar aranceles del 25% a las importaciones de acero y de aluminio y de la amenaza de aranceles recíprocos para todos aquellos países que apliquen tributos a las importaciones desde Estados Unidos, la soja cerró sin cambios la rueda de Chicago (mayo a US$/t 391,5).

Por otro lado, en alza se negociaron los precios del maíz en Chicago por el buen ritmo de las exportaciones estadounidenses; por una nueva ola de calor sobre amplias zonas agrícolas de la Argentina, que podría afectar la condición de los cultivos, y por la demora con la que evoluciona la siembra de maíz para la segunda cosecha en Brasil, que es la etapa que debe responder por cerca del 80% de la oferta total del forrajero en ese país. La posición marzo cerró en US$/t 193. Fuente: Granar Research

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