La cosecha arrocera llega al 25% a nivel nacional, con el norte promediando su área, pero en el este debido a las precipitaciones los trabajos vienen atrasados.

De acuerdo con los datos informados por el vicepresidente de la Asociación de Cultivadores de Arroz (ACA), Guillermo O’brien, en el norte “estamos levemente por encima del 50% de área ya cosechada, pero, a nivel país, tenés un promedio de 25% sobre las 150 mil hectáreas. Donde notoriamente está más bajo es en el este con 18% cosechado y la zona centro con 25%”.

En el caso de los rendimientos, el arrocero señaló que en el norte del país se tienen “rindes entre los 8.500 y 9.000 kilos por hectárea. Es un rendimiento bueno, venimos de años excepcionales y si en la siembra —frente a un año de El Niño— nos hablaban de poder cerrar estos rendimientos, creo que en general cada uno en su medida estaría satisfecho en cuanto a este rinde”, consideró O’brien.

Las inundaciones en la zona este del país, “donde se concentra la mayor área” del cultivo a nivel país, determinó varios días sin tareas de cosecha, pero “en general no se ocasionaron perdidas de chacras por las inundaciones”, en el caso de los “vientos fuertes” se detectó la caída de algunos cultivos que genera “algunas pérdidas de kilos por desgrane”.

Respecto a las cosechas en el norte, y el potencial esperado para el área restante, O’brien dijo que “en líneas generales son chacras de siembras de fin de octubre y noviembre, que se las ve muy bien, se las ve cargadas de granos”.  Esta realidad se debe principalmente al tiempo registrado en el mes de febrero, que “fue prácticamente mejor que enero desde el punto de vista de luminosidad y temperatura, con lo cual tienen una buena carga de arroz”.

El arrocero indicó que el clima es un jugador muy importante de aquí en más, principalmente en las “cosechas que van a terminar siendo en abril adentro”.

A diferencia de las últimas zafras, donde el clima seco en la cosecha fue un factor favorable, este año “se está cosechando con humedades relativamente altas. Entonces los embudos son en los recibos, en los en los secadores, y eso hace que a veces empiece haber una mayor lentitud en los recibos”, indicó O’brien. Sin embargo, advirtió que “los que estamos hace años en esto conocemos estos problemas y lo que termina jugando en la media de producción de cada uno es cuando se cosecha la última hectárea”.